Ya se comenzó a ver en las calles y avenidas de la capital misionera un medio de transporte distinto, se trata de los monopatines eléctricos, que se suman al homónimo pero sin motor que también está en circulación y son los populares skate, que llevan más tiempo siendo utilizados en la ciudad.
Cuando se ve a algún vecino de Posadas sobre estos elementos, y específicamente los monopatines eléctricos, superando vehículos, colectivos y motos, la primera pregunta que surge es ¿estarán regulados?, ¿tiene Posadas una ordenanza que le dé pautas de utilización o de uso?, ¿tendrá seguro?
PRIMERA EDICIÓN dialogó sobre este tema con el concejal Mario Alcaraz, quien es integrante de la Comisión de Tránsito y Transporte del Concejo Deliberante y explicó que “por el momento en la ciudad no existe ordenanza alguna con respecto a monopatines eléctricos, patinetas o ese tipo de medio de movilidad. Está claro que es una novedad (por los monopatines eléctricos) y que ya se venden en Posadas incluso. Pero aún no hay en vigencia ninguna reglamentación de regularización de estos artefactos. Seguramente lo trataremos”, dijo.
Asimismo, opinó que “hay antecedentes de regulación, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde sacaron una ley y se fijó una velocidad”, e incluso tienen carriles demarcados para este medio de circulación. Alcaraz indicó que “personalmente pienso que sería una buena opción para solucionar algunos problemas diarios de la ciudad, el tema del estacionamiento, el caos vehicular en horarios pico, porque te da agilidad para llegar a distintos lugares, habría más espacio en la vía pública, es un aparato que cuida el medio ambiente que no contamina. Obviamente siempre que se tenga una regulación y se vean todos los puntos tanto de seguridad como de protección, me parece un elemento de circulación cómodo”.
Aunque aún se ven muy pocos, más en la costanera los días domingo, cuando la familia sale a despejarse y pasar un tiempo al aire libre, también aprovechan para llevar el elemento y darle uso. Por ahora muy pocos se ven transitando por las calles y avenidas, puede ser por los costos (ver recuadro) pero todo indica que van a ir en aumento.
Así, es la tendencia que se viene y que en la capital misionera ya comenzó a ser utilizada sin límites de edades.
Ahorra en tiempo y costos
Se trata de una alternativa de transporte que poco a poco va creciendo y sin posibilidad de retorno, porque tiene un correlato con lo que ocurre en las grandes ciudades y el avance de la tecnología. Hoy los monopatines eléctricos conjugan tiempo, costo e impacto ambiental en favor de quien lo elija para desplazarse.
Desde hace un par de años atrás comenzaron a verse las primeras unidades que desembarcaron en la capital provincial a través de comercios locales o bien de las cadenas nacionales pero inicialmente como “juguete”.
Los precios pueden arrancar en los 13 mil pesos en los monopatines eléctricos para niños, hasta unos 60 kg. Se trata de una unidad plegable con la posibilidad de emplear un asiento regulable en altura y que puede alcanzar los 15 km de velocidad -motor 120 w- y con un tiempo de carga entre 4 y 6 horas. Por lo general este tipo de monopatines son empleados en espacios reducidos y cómo juguetes.
Para salir a rodar a las calles y avenidas habrá que pensar en un monopatín de mayor potencia y que lógicamente tendrá un precio superior, con una infinidad de marcas y prestaciones que básicamente permitirán moverse con la suficiente rapidez entre los autos.
De acuerdo a las consultas realizadas el costo de un transporte para más de 60 kg y hasta 120 kg, ronda entre los 39 mil pesos y 70 mil pesos, de promedio, aunque también hay unidades con costos superiores. Estas unidades pueden alcanzar tranquilamente los 25 km.
Un acierto
Uno de los usuarios de monopatines eléctricos consultados por PRIMERA EDICIÓN fue Diego García, quien explicó que “me sumé a esta alternativa después de analizarla durante varios meses. Ya no soy un adolescente para andar en este tipo de artefactos pero el tema del estacionamiento del auto en mi oficina que queda en el centro me estaba complicando. Fue así que hice los números correspondientes, me ajusté y me jugué a comprar financiado”.
García resaltó que “ya hace dos meses que tengo el monopatín y la verdad es que gané porque no pierdo tiempo en estacionar y lo pliego si es necesario. Además gasto menos nafta porque al auto lo uso sólo para salir en familia. Sí tuve en cuenta el tema de las ruedas y potencia porque nuestras calles no son tan buenas”.