A los 14 años Mahira se enteró que padecía parálisis cerebral, la cual afecta su capacidad para caminar. Esa noticia “fue un golpe muy duro para mí porque no sabía que tenía una discapacidad, yo pensaba que era algo normal, no podía creerlo”.
Desde pequeña realizaba mini atletismo con los convencionales y “sí, sufrí mucho bullying por esto, había gente que me decía: ‘para qué entrenás si no va a servir de nada’”.
Fue entonces que la invitaron a practicar atletismo adaptado y “no quise, porque yo quería seguir entrenando con los convencionales. Además, no sabía que existía el deporte adaptado”.
Pero después de un tiempo, Mahira aceptó la invitación y de inmediato comenzó las clases con el entrenador Jorge “Chino” Flores.
En poco tiempo, su estilo y seguridad la llevaron a destacarse entre sus compañeros. Estaba claro, Mahira sabía “qué quería y hacia dónde quería llegar”.
Y con este deporte “pude superar todas las barreras y encontré una nueva Mahira. El atletismo adaptado me dio una vida nueva, una oportunidad de encontrarme y saber quién soy verdaderamente”.
Para el 2015 Mahira ya estaba preparada para demostrar lo mejor de ella. Ese año participó en los Juegos Nacionales Evita y obtuvo sus dos primeras medallas de oro; en bala y 100 metros llanos.
Para el 2017, después de un arduo entrenamiento, se presentó a los Panamericanos de San Pablo, Brasil. “Y si bien no pude sacar medallas, para mí fue muy importante porque fue la primera vez que viajé con la Selección Argentina, comencé a formar parte de la selección. Y me puse más metas”.
Entonces, redobló la apuesta y en junio de 2019 estaba segura de que lograría su meta. Y así fue.
Con una marca de 6.68 metros, alcanzada en un Open Nacional que se realizó en Resistencia, Chaco, Mahira se convirtió en la número uno en lanzamiento de bala U-20 del mundo.
Con de 18 años se consagró como la mejor en su categoría F35, según la clasificación del Comité Paralímpico Internacional.
En diciembre pasado, Mahira recibió un reconocimiento en la Fiesta del Deporte Misionero, organizado por PRIMERA EDICIÓN. Además, en la ciudad de Oberá fue reconocida como la mejor deportista del año, “por primera vez un deportista adaptado ganó reconocimientos de tal magnitudes. Esto permitió que el deporte adaptado se difunda y que todos sepan que nada es imposible, menos para una persona con discapacidad, si yo llegue acá, otros también lo pueden hacer”.
“Volvería a elegirme, aprendí a amarme”
De chiquita soñaba con ser deportista siempre me gustaron todos los deportes “pero nunca hacía nada”. Hasta que la última opción fue el atletismo adaptado, “hoy te puedo decir que no me equivoqué en la decicion que tomé hace cinco años atrás. En ese momento quería saber porqué me tocó ser así, quería cambiarme y no tener este problema. Pero si me preguntarán qué pienso ahora diría, como dice un amigo, que si pudiera volver a nacer volvería a ser tal como soy ahora, porque amo ser quien soy. Aunque me costó unos años aceptarlo. Nunca estuve sola, mi mayor inspiración son todas las personas que me rodean: mi entrenador, mi familia y mis amigos”.
Por
Susana Breska Sisterna
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Producción fotográfica: C. Olivera Schuster