Gobernar en emergencia, con una deuda récord y poco tiempo. En resumen, así van transcurriendo los primeros 30 días del primer mes de Alberto Fernández en la Presidencia de la Nación. A la par, se cumplirá también el primero de Oscar Herrera Ahuad en Misiones con una diferencia: el peso de la deuda no es significativo pero sí el recorte de casi 8 mil millones de pesos que la tierra colorada fue perdiendo de coparticipación federal (casi 4 mil millones hasta noviembre si se compara la inflación con el crecimiento de los giros); y la otra parte de programas nacionales que nunca cumplieron su parte de ejecución, como parte de la herencia Macri.
Si se compara con la “plancha” de su antecesor en el cargo de los últimos meses, impactados por los errores en el manejo de la economía, el “mes Alberto” fue intenso, de decisiones administrativas y políticas (positivas y de contingencia) que demoraron incluso la designación de decenas de funcionarios, especialmente en las provincias.
Como se adelantó en esta misma columna hace ya varias semanas, en este “mes Alberto” se concretaron los pasos direccionados a “inyectar” dinero circulante a la profunda recesión. Además, para que esa medida tenga algún impacto, se buscó frenar la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos frente a la inflación.
La última conocida al cierre de la semana, fue el aumento salarial, a cuenta de paritarias, que se decretó como obligatorio bajo la denominación “incremento solidario” (así deberá aparecer en los recibos de sueldo) para todas las actividades desarrolladas por trabajadores privados, por $4.000 en dos veces ($3.000 con el sueldo de enero que se paga en febrero; y $1.000 con el de febrero que se abona en marzo).
Hay solamente tres excepciones a la medida: el sector público nacional, provincial y municipal; el régimen de trabajo agrario y el de contrato de trabajo para el personal de casas particulares.
En ese sentido, llegaron los “congelamientos” de tarifas (dio marcha atrás con la suba de los combustibles), aplicó 120 días sin suba de boletos del transporte terrestres y ferroviario, por citar los de masiva incidencia.
Pero también puso en marcha un congelamiento de carácter político, todo un símbolo que algunos cuestionaron desde la oposición como demagógica, pero que la población que sufre la crisis lo vio con buenos ojos. Se trata del dispuesto para los haberes de los cargos políticos, siguiendo a la medida de no aumentar las dietas de los legisladores nacionales de CFK y Sergio Massa.
Fue una rápida respuesta al reclamo social por la falta de “ajuste” de la clase dirigente política, cuando surgió la polémica por las jubilaciones de privilegio no eliminadas.
En las provincias, la medida de similares características anunciadas por Oscar Herrera Ahuad para el Ejecutivo, Carlos Rovira para el Legislativo y Froilán Zarza por los ministros del STJ exclusivamente (un día después); se convirtió en la primera entre las jurisdicciones.
Las PyME necesitan ayuda
Es difícil exigir que en el “mes Alberto” se logre revertir cuatro años de castigo a las micro, pequeñas y medianas empresas argentinas. Es por eso que las MiPyME siguen necesitando asistencia para buscar una salida a la crítica situación.
Por un lado, acompañaron las medidas del Presidente para incentivar el consumo, aunque a “regañadientes” deberán pagar el “incremento solidario” a cambio de no pagar contribuciones patronales siempre que estén certificadas como MiPyME.
Está visto que no habrá, por ahora, un cambio a favor de las empresas del régimen tributario ni de la presión fiscal. Al contrario, se espera conocer si las provincias -ya sin Pacto Fiscal vigente- “congelan” Ingresos Brutos o lo suben por necesidades de caja de emergencia. Al menos, en este ítem, rige una amplia y beneficiosa moratoria de la Dirección General de Rentas de Misiones.
A nivel nacional se conoció que el Banco Central de la República Argentina (BCRA), flexibilizará las tasas de encaje para aquellas entidades financieras que otorguen financiaciones a las PyME a una tasa del 40% para “hacer frente a sus necesidades de inversión y capital de trabajo”, como también al decretado incremento salarial.
A favor, la buena noticia de la semana para el comercio misionero fue la prórroga de los “Ahora” (Misiones, Góndola, Patentes, Pan, Gas, PyME, etc) que aplican beneficios en las transacciones comerciales y han dado algo de oxígeno en una época crítica como la actual.
Expectativas
El cambio de Gobierno nacional no modificó que el BCRA siga con la encuesta de perspectivas de la economía entre inflación, dólar y crecimiento esperado. Se contemplaron para el Relevamiento de Expectativas Mensual (REM), a fines de diciembre, los pronósticos de 40 participantes (seis menos que en la anterior ocasión), entre los cuales se cuentan 24 consultoras y centros de investigación locales, 14 entidades financieras de Argentina y 2 analistas extranjeros.
Estimaron que la inflación minorista de diciembre de 2019 se habría ubicado en 4,1% mensual. De darse esa cifra con la medición del INDEC, el año pasado terminaría con el 52,4% acumulado en 12 meses.
Para enero de 2020 los participantes del REM esperan una tasa de inflación de 3,8% mensual (igual que en el REM de noviembre), previendo una tendencia descendente a lo largo del año, hasta alcanzar 2,8% mensual en junio del año en marcha. Para 2020, los participantes del REM estiman la inflación nivel general en 42,2%. Serían, por lo menos, 13 puntos porcentuales inferiores a 2019.
Los especialistas no esperan un crecimiento de la economía. Pronosticaron una caída del Producto Interno Bruto (PIB) real para 2020 de -1,6%, con tendencia a revertirse en 2021 al asignar un 1,3% positivo.
La proyección de los analistas del tipo de cambio nominal promedio para diciembre 2020 descendió a $80,5 por dólar (-$5,4 por dólar respecto a noviembre del año pasado), con un sendero creciente hasta alcanzar un valor de $98,5 por dólar en diciembre de 2021. Creen que el efecto del “cepo” cambiario y otras medidas, darán “tranquilidad” al dólar.
¿Vuelve la SUBE Nacional?
En el anuncio del ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, sobre el “congelamiento” de los boletos del transporte terrestre y ferroviario, se puso en agenda el regreso de la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) nacional, buscando nuevamente la adhesión de las provincias. A ese fin, el funcionario comprometió los esfuerzos para unificar las bandas tarifarias en las provincias dependiendo del servicio que se preste.
Al parecer, si la Nación decide volver a volcar los subsidios recortados por Macri a las provincias, Transporte quiere volver a ser el contralor de los servicios que se prestan en relación con los aportes percibidos.
En Misiones, la SUBE nacional estuvo a punto de desembarcar pero el poder del Grupo Z fue más fuerte y la última excusa que tuvieron los empresarios y los funcionarios provinciales fue que la Nación, al recortar los aportes, ya no tenía poder de decisión.
Lanziani “en corto”
El misionero Sergio Lanziani fue noticia esta semana en los medios nacionales, porque el presidente Alberto Fernández no le firmó el decreto de designación como Secretario de Energía de la Nación. En la Casa Rosada, explicaron que se debe a demoras por el estilo de Fernández de revisar todo lo que firma con detalle y a las urgencias que implican el cambio de Gobierno.
El periodista de La Nación, Carlos Pagni, se refirió a Lanziani en el marco de la discusión por la suba de tarifas de los combustibles que Nielsen (presidente de YPF) quiso aplicar y el ministro de la Producción, Matías Kulfas, frenó cuando se enteró de la decisión del anterior.
Casi sobre el final de su columna titulada “El vaivén con la suba de las naftas, un símbolo del nuevo gobierno”, se preguntó: “¿Y el misionero Sergio Lanziani, secretario de Energía? Dicen que lo vieron remontar el Paraná con una caña. Da lo mismo: todavía carece de firma porque no fue formalizada su designación”.
Tal vez las vacaciones de pesca hayan sido el motivo por el cual el nominado Secretario interrumpió la comunicación con la renovación misionera, cuyos principales dirigentes no esconderían el disgusto por la actitud “poco comunicativa”, a pesar del apoyo que le dieron para llegar a Energía.
Finalmente, crecen las expectativas por conocer tal vez esta semana al sucesor del “humbertista” Martín Goerling en la Entidad Binacional Yacyretá.
En Buenos Aires se menciona que la conducción de la EBY quedaría en manos de una persona del grupo político del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. ¿Será la primera vez en casi 20 años que un misionero no estará al frente de la hidroeléctrica? Falta poco para saberlo.