Este ciclo lectivo cerró con 480 escuelas de la provincia que incluyeron las huertas escolares como recurso pedagógico, según confirmó a PRIMERA EDICIÓN la Dirección de Escuelas con Orientación Productiva del Ministerio de Educación que, en el marco de Ley 210/18, impulsa este recurso pedagógico en el trabajo de la producción sustentable y sostenible, en búsqueda de la soberanía alimentaría y el cuidado del medio ambiente .
Durante 2019 se puso particular atención a las prácticas de enseñanzas que ocurren en el entorno áulico y la construcción y reconstrucción de métodos para favorecer los aprendizajes en contexto reales.
El objetivo que los alumnos trabajen en la huerta de su escuela, independientemente de su modalidad o nivel educativo, es establecer una nueva relación entre educación, trabajo productivo y cuidado del medio ambiente; promover la huerta educativa como recurso didáctico con enfoque agroecológico; lograr una pluralidad de expresiones educativas – productivas ligadas a problemas reales; apoyar y promover el desarrollo productivo a partir de articulaciones con diferentes instituciones gubernamentales y no gubernamentales; el desarrollo de actividades relacionadas con huertas orgánicas, soberanía alimentaria, nutrición saludable, reciclaje y cuidado del medio ambiente.
Con sus propias manos
Poder cultivar y producir alimentos es una experiencia que despierta el interés en los niños y adolescentes. La agricultura constituye un factor importante en la economía y el desarrollo de una comunidad al proporcionar gran parte de los alimentos que se consumen.
A través de la huerta, se les ofrece a los alumnos herramientas para tomar acciones que permitan ayudar a solucionar la problemática alimentaria y eso despierta interés en los estudiantes, fomenta la investigación y genera nuevos proyectos que van de la mano con la naturaleza y la creación de huertos como espacios ecológicos que ayudan a aumentar el número de actividades agrícolas.
Un huerto escolar es una actividad que se puede desarrollar en los centros educativos y que repercute positivamente en los alumnos que se encargan de cultivar en estos utilizándose como centro de actividades para fomentar la concientización con el medio ambiente.
Conocimiento práctico y cooperativo
Con la creación de huertos escolares se pretende lograr un trabajo cooperativo, con aprendizaje significativo, donde los estudiantes se apropien de teorías sobre huertos escolares como zonas cultivadas dentro del área urbana y rurales, creando hábitos de responsabilidad y solidaridad que aprovecha los recursos naturales, como el suelo y el agua.
El trabajo en la huerta les ayuda además a potenciar el desarrollo de una identidad relacionada con la salud y la búsqueda de estrategias para mejorar la calidad de vida; dado que los estudiantes se apropian de mejores conocimientos, con proceso más didáctico, donde se adquirieran mayores destrezas y habilidades, que ayudaran a desarrollar en espacios fuera de la institución, como ser en los hogares.
Los estudiantes aprenden además a generar su propio abono. En estos ecosistemas urbanos, la cantidad de desechos se acumula en grandes cantidades y dichos desechos se someten a procesos de reciclaje, el resultados de este proceso de desechos orgánicos, que comúnmente son considerados basura, se transforman en abono de calidad, libre de químicos y fertilizantes que sirven para la elaboración de pequeños huertos escolares, donde el niño aprende a estar cerca de la naturaleza e interactuar con sus compañeros y a desarrollar una mente curiosa que lo lleve a ser una persona interesada en los procesos de investigación.
Los huertos escolares agroecológicos enseñan a cultivar frutas y verduras, buscan la sustentabilidad a través de la producción de sus propios alimentos, promueven una mejor nutrición, invitan a descubrir y probar alimentos saludables, desarrollan el espíritu de trabajo en equipo. También involucra todas las dimensiones del ser, en sus aspectos bio -psico-social-espiritual; enseñan a valorar el trabajo de quienes producen los alimentos y promueve el cuidado del medio ambiente de manera integral.
La Dirección de Escuelas con Orientación Productiva cuenta con el apoyo del Instituto Nacional Tecnología Agropecuaria (INTA), la Secretaría de Estado de Agricultura Familiar, los Ministerios de Ecología, de Salud Pública, del Agro y la Producción, de Acción Cooperativa Mutual, Comercio e Integración, la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).