Según contaron algunos empleados, que pidieron mantener su nombre en reserva por miedo a represalias, “el viernes llegó el yerno y abogado de la nueva ministra y dijo que todos los adscriptos deben volver a sus lugares de trabajo porque no quiere ningún adscripto en el Ministerio”.
Agregaron que “el martes no vino nadie y el miércoles nos encontramos con un montón de gente desconocida que sacó las luces de las oficinas, de los pasillos, desconectó las cámaras de seguridad, desconectó Internet y exigió que inmediatamente se entreguen las llaves de los autos”.
“Lo más preocupante es que la gente que necesita ayuda del Ministerio sigue llamando al Ministerio para pedir ayuda y le dicen que llame otro día”, expresaron.
“No sabemos qué va a pasar con nosotros, no sabemos cómo vamos a trabajar. Se está desmantelando todo el equipo de trabajo y no tenemos directivas”, dijeron.
Por último, les llamó la atención que la nueva ministra haya ingresado por la puerta de atrás y no se haya presentado a los empleados. “Ingresó y salió por atrás, sin saludar a nadie”, se lamentaron.