Un repartidor de comidas rápidas se encuentra en estado grave, con pronóstico reservado, por el impacto que sufrió durante la madrugada del domingo en el cruce de las avenidas Comandante Rosales y Rademacher, en la esquina del polideportivo “Finito Gehrmann” de esta capital.
Hasta este punto, la información correspondería a una de las cientos de noticias sobre siniestralidad vial que lamentablemente se registran a diario en el país. Pero este caso toma trascendencia porque uno de los protagonistas, el conductor de un Renault Clio, no sólo chocó al motociclista, sino que abandonó a la víctima y reapareció minutos después con la intención de denunciar que no sabía dónde estaba su automóvil porque se lo habían robado frente a su domicilio.
La coartada se derrumbó en pocos segundos, ya que su amigo, el mismo al que había pasado a buscar minutos antes de la 1.20 de ayer, se presentó ante los uniformados de la comisaría Tercera y aseguró que viajaba en el asiento de acompañante del Clio, propiedad del joven de 21 años y soldado de la Fuerza Aérea, que impactó a la Zanella 150 “Patagonia Eagle” con la que el repartidor de pizzas y hamburguesas trabaja todas las noches.
Para confirmar la voz aportada por el testigo directo, el automóvil fue hallado a pocas cuadras del escenario trágico.
Frente a una vivienda en la intersección de las calles España y Japón, los policías confirmaron que la patente pegada al paragolpe delantero que se desprendió en la colisión coincidía con la del vehículo estacionado, con los faros rotos y el capot abollado, características también coincidentes con la violencia del choque.
En cuanto a la víctima, identificada como Javier Gerardo Skromeda, fue trasladado al hospital Ramón Madariaga, donde se le realizaron los estudios de rigor y se aguardaba la evolución por las múltiples fracturas que sufrió en brazos y piernas, pero la atención se centraba en un traumatismo de cráneo. El pronóstico hasta anoche era reservado.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN se pudo saber que el test orientativo de alcoholemia le dio positivo al soldado de 21 años: 0,42 gramos de alcohol por litro de sangre.
La situación judicial del automovilista se complicaría además si quedara comprobada la acción de omitir la asistencia a la víctima, si corresponde con abandono de persona haber continuado la marcha y abandonado el vehículo a pocos metros de las avenidas Rosales y Rademacher.
El sospechoso quedó detenido a disposición del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, quien mañana lo llamaría a indagatoria.
Se baraja como imputación provisoria la autoría del delito de “lesiones graves en accidente de tránsito y abandono de persona”.