El automovilismo misionero está a apenas horas de sumar una nueva estrella internacional. La expectativa y también, la enorme responsabilidad, están en manos de Agustín Garzón Maceda y su padre, Alejandro, quienes este fin de semana intentarán lo que ningún otro representante de la tierra colorada logró desde 2010; ser campeón del Rally Sudamericano.
La constancia fue fundamental para que, después de las cuatro fechas que se corrieron en Misiones, Itapúa (Paraguay), Erechim (Brasil) y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), el juvenil piloto de 24 años llegue con todo a disposición para consagrarse. Es que le alcanzará con sumar 6,5 puntos o, dicho de otro modo, culminar con la etapa del sábado -la primera- para hacerse inalcanzable para el brasilero André Allegretti y festejar el título que celebró por última vez para Misiones el legendario Cristian Rosiak.
“Vamos a llegar caminando, empujando el auto, como sea. Pero tenemos que llegar. No hay vuelta que darle”, dijo Agustín a EL DEPORTIVO horas antes de emprender el viaje a Melo, Uruguay, donde se correrá el Rally del Atlántico. Llegan con ventaja: Alejandro, su papá, ya se quedó en la fecha pasada con el campeonato entre los navegantes. Ahora toca ir por todo.
¿Qué falta para que el festejo sea completo?
Agustín: para ser campeón hay que terminar la primera etapa, que se corre el sábado. Sumar esos puntos. Y según el cálculo que hicimos, ya somos campeones los dos. No hace falta siquiera ganar la etapa, solo terminarla, porque si Allegretti, el escolta, suma todos los puntos posibles durante el fin de semana y yo salgo tercero o cuarto, ya me alcanza. Vamos a llegar caminando, empujando el auto, como sea. No hay vuelta que darle (se ríe).
¿Se imaginaban esta realidad cuando empezaron a correr?
Alejandro: personalmente yo no tomaba el rally como una competencia, si no más para divertirme. Quizás no tengo la actitud competitiva que tiene Agustín. Eso no quiere decir que no me gusta ganar (se ríe). Siempre pensé que todo tiene que ver con la organización, la preparación y la perseverancia. Dios quiera que terminemos de coronar este campeonato en Uruguay.
¿Cómo fueron los últimos metros en Bolivia, con la consagración de Alejandro como navegante?
Agustín: lo que sucedió en Santa Cruz de la Sierra fue que, tal como ahora, si terminábamos la primera etapa, él era campeón. Quizás por eso no fue un festejo desmedido, porque todavía nos faltaba correr todo el domingo.
Alejandro: no sólo eso, sino que falta también el campeonato del piloto. Y Santa Cruz fue una carrera complicada, con algunos problemas con la caja, la correa, entonces se nos hizo difícil festejar. En los videos de la cámara de adentro se ve que, de toda esa concentración, casi que no festejamos en ningún momento. Además, terminamos la carrera y subimos al podio, pero todavía faltaba la técnica. Y hasta que no está eso, no sos nada. Imaginate que fuimos los primeros en subir al podio, pero los últimos en salir de la técnica.
Sin dudas, no es fácil correr un Sudamericano…
Alejandro: un Sudamericano es una categoría controlada por la FIA, entonces esto nos deja el orgullo de haber puesto en práctica todo lo aprendido el rally misionero. Yo siempre digo que por ahí muchas veces se le pega una ninguneada a los campeonatos regionales, pero cuando salís afuera te das cuenta de todo lo que aprendiste. Eso quiere decir que, si te lo tomás en serio al campeonato local, después podés ir a correr en cualquier lado.
¿Cómo es el mano a mano con Allegretti, el escolta?
Agustín: nos conocemos un montón y, después de tantas fechas, más que un rival es un amigo. En todas estas carreras hablamos mucho y afianzamos esa amistad. Por eso digo que, salga lo que salga, pase lo que pase en Uruguay, realmente fue un campeonato muy lindo. En Santa Cruz de la Sierra, como en todas las otras fechas, al final de la carrera nos felicitamos mutuamente. Tenemos muy buena relación.
Detrás de esto, uno imagina todo un equipo de trabajo…
Agustín: Sí, por eso no queremos dejar de agradecer a Luis Leiva, Rodrigo, Miguel Marín, Fabio, todos los que nos dieron una mano en cada una de las fechas. A Rafa Morgenstern, que también nos ayudó, a la gente de la AMPyNaR. No quiero olvidarme de nadie, pero son muchos.
Más allá de lo que suceda el finde.. ¿qué sueños quedan para el futuro?
Agustín: nos quedó la espina de no poder haber participado de la fecha del Rally Mundial que se corrió este año en Argentina. Esa posibilidad está vigente para el año que viene. Y esto te da más ganas, pero claro, primero hay que terminar en Uruguay.
Alejandro: ¡uff! Quedan varios todavía. Está el Transitapúa, el Transchaco, después descubrimos una carrera que se hace en Bolivia y dura cuatro días, lo del Rally Mundial. Incluso hasta el Dakar, que ahora se nos fue de Sudamérica. Y bueno, como siempre, seguir participando en nuestro rally misionero.
Agustín, ¿te imaginás siendo campeón sudamericano?
Agustín: (se ríe) Está bueno, de lograrlo sería uno de los pocos misioneros y de seguro que, con 24 años, sería el más joven, porque Malarczuk o Roziak ganaron con más de 30 años. Todos esos cálculos ya los sacamos en el camino de regreso de Bolivia, que fueron como tres días de viaje. Pero sin dudas va a ser algo único. Falta muy poco. Ojalá todo se nos dé y, en Uruguay, ese sueño se haga realidad. Vamos a hacer todo para que eso suceda.
EL CAMPEONATO
PILOTO PUNTOS
1 Agustín GARZÓN MACEDA (Argentina) 154
2 André ALLEGRETTI (Brasil) 87
3 Martín TOMAS (Paraguay) 70
4 Fabrizio GALANTI (Paraguay) 46
5 Luis TEDESCO (Brasil) 35
6 Oscar ZARZA (Argentina) 21
NAVEGANTE PUNTOS
1 Alejandro GARZÓN MACEDA 154
2 Tadeo CARRASCO 46
3 Pedro SOSA 41
4 Juan Pablo PERNIGOTTI 36
5 Marco PERDIGAO 35
6 Damon ALENCAR 34
7 Sebastián GONZÁLEZ 34
8 Daniel ESPÍNOLA 21
9 Sidnei BROERING 12
10 Marco MÉNDEZ 0
3 podios
Tres podios en cuatro fechas del Rally Sudamericano metió el binomio Garzón Maceda. Uno de ellos fue en la primera, en marzo, que se corrió en el sur de Misiones, donde fueron terceros.
Lo que viene
De cara a lo que se viene, los Garzón Maceda aún no confirmaron si continuarán durante 2020 en el Rally Sudamericano. “No es tan fácil, sobre todo por lo económico, entonces hay que ir paso a paso. Correr acá nos llevó cinco años de preparación”, dijeron.