Alegría, emoción y lágrimas. Así se cerraron este domingo las míticas 20 Horas de Pesca del club Pira Pytá de Posadas. La 48ª edición del tradicional torneo quedó en manos de los actuales campeones misioneros, Miguel “Choli” Schmalko y Diego Flach. Y hubo más: el sorteo de la lancha favoreció a Bruno Espínola y Juan Pouch, quien entre lágrimas relató que la embarcación se llamará “Ponky, mi ángel”, en honor a su hija, quien falleció años atrás por una enfermedad terminal.
La coronación tuvo todos los condimentos, principalmente una vez que se anunció a los ganadores. Schmalko y Flach, que días atrás se consagraron campeones misioneros, se quedaron por primera vez con un certamen que buscaban desde hace casi diez años.
“Estamos contentísimos, la venimos peleando hace años y no se nos daba. El secreto fue la insistencia y no dormir por la noche, que estuvo linda pero fue dura. Ya es el tercer año consecutivo que ganamos el Provincial, pero nos faltaba la frutilla del postre. Veníamos pegando en el palo. Fue peleadísimo, pero lo logramos”, le dijo aún emocionado Diego Flach a EL DEPORTIVO. Y fue Schmalko, su compañero, quien develó el secreto: “Mañana (por hoy) cumple años, así que será doble festejo”.
Flach, oriundo de Puerto Rico, soplará hoy las 35 velas y lo hará en plena celebración de uno de los títulos más valiosos de su carrera. Inmediatamente después de entregar el premio a la pareja ganadora y el resto de los sorteos -hubo premios por casi 800 mil pesos- llegó la hora del azar. Y el bolillero entregó la lancha Trakker de 40 hp a los posadeños Bruno Espínola y Juan Alberto Pouch.
Los dos subieron emocionados, envueltos en lágrimas, al escenario. Recibieron las llaves de la embarcación y Pouch, entonces, pidió la palabra. La historia que contó emocionó a todo el Pira Pytá y arrancó un cerrado y emotivo aplauso.
“Desde hace cinco años quería participar pero nunca podía, hasta que el año pasado debuté en Las 20 Horas. Lo hice con mi embarcación, que bauticé ‘Ponky, mi ángel’. ¿Saben por qué se llama así?”, preguntó Pouch ante el silencio de las mesas. Y continuó: “Ponky era mi hija, a la que se la llevó un cáncer. Por eso le doy las gracias a todos los pescadores. Y esta lancha nueva se va a llamar igual. Hoy fue un día de suerte para mí”, sintetizó, entre las lágrimas, que contagió también a varios de los presentes.
Entre los challengers, el de la Boga fue para el equipo posadeño Piracutú Guazú. “La pescó Fabián ‘Pela’ Sarchetti, cerca del puente a unos 100 metros de la corredera. Fue una buena pieza, sobre todo por lo mezquino que está el río con la represa”, explicó a este Diario Ricardo Gabus, de la barra ganadora. En tanto, el Challenger del Pacú quedó en manos de Tomás Ojeda. “Mucha alegría y emoción. Ganar con mi viejo es inolvidable, siempre me llevó a pescar, desde chico”, sintetizó Tomás junto a su padre, Alberto.
La fiesta de la pesca misionera se cerró con éxito, con la participación de 140 embarcaciones de toda la región, Córdoba y hasta Buenos Aires, quienes disfrutaron un fin de semana a puro calor. Sin embargo, la temperatura no fue un obstáculo para celebrar un año más de amistad y compañerismo junto al Paraná.