Agustín Creevy no vivió como hubiera soñado el encuentro en que batió el récord de partidos internacionales con la selección argentina de rugby. La derrota por 39-10 ante Inglaterra, en Tokio, dejó a Los Pumas virtualmente eliminados del Mundial.
Argentina perdió justo el día en que el hooker de 34 años cumplía su partido internacional 88, superando los 87 de Felipe Contepomi.
“Tras la derrota me entregaron a mí la camiseta de los 88 partidos. No fue el mejor escenario. Estaba demasiado triste. Me hubiera encantado que hubiera sido en otro escenario y en otro contexto, pero por lo menos pude dirigir unas palabras”, afirmó el jugador.
“Me quedan dos años más con Jaguares. Ojalá que pueda seguir teniendo partidos. Voy a dar todo para seguir estando al nivel. Obviamente uno va creciendo, se hace más lento, más viejo y más testarudo, pero me siento bien y en forma. Estoy tranquilo y sé que puedo darle mucho más a Los Pumas y cuando no lo sienta me sacaré la camiseta y seré el hincha número uno”, añadió.
Creevy, pese a batir el récord, fue dos veces suplente de Julián Montoya en los tres primeros partidos del Mundial.
“Yo tengo ánimo de seguir. A lo largo de mi carrera me han pasado todas las cosas y esta va ser una más. Así que en lo personal estoy motivado para seguir. Que mi hija (de siete meses) me pueda ver en una cancha”, explicó.
“Ser suplente son cosas del deporte. A veces estás de acuerdo, hay que respetarlo. Cuando no me sienta cómodo o bien, me iré a un costado. Estoy contento conmigo dentro de la cancha y seguiré hasta que mi cuerpo diga basta o no me llamen más”, analizó.
Un mensaje positivo
Respecto a la derrota contra Inglaterra, trató de ser positivo. “Hay que hacer un poco de autocrítica de equipo y de cada uno. Son aprendizajes. Es un equipo con muchos jóvenes, que son nuestro futuro. Hay que apuntar al futuro del rugby argentino que es por lo que jugamos, así que hay que seguir adelante”.
De la derrota contra Inglaterra, dijo: “Era la puerta para llegar a cuartos, pero no se pudo”.
“Quiero dejar en claro que nosotros siempre pusimos a este equipo en lo más alto, nos entrenamos muchísimo. Nos tocó un grupo bastante complicado y sobre todo, jugar contra un equipo como el de Inglaterra con uno menos”, afirmó.
“Cuando nos sacaron la roja fue determinante, pero destaco la actitud del equipo, que nunca bajó los brazos, que siempre siguió. Obviamente que cuando se juega con uno menos, los espacios son más grandes, el cansancio llega antes, la organización defensiva y ofensiva se cambia en el momento, Inglaterra es un equipo de clase mundial y fue un excelente ganador”, concluyó.