Podemos desarrollar adicción en cualquier actividad. Para detectarla, hay que preguntarse si esa actividad afectó las relaciones sociales, el cuidado de la salud, sensación de bienestar… Si alteró negativamente, es porque hay un problema, lo que no necesariamente significa que es una adicción.
Lo mejor sería detectar el problema antes que se convierta en una adicción porque la segunda “no tiene cura, sino que se rehabilita. Vos podés pasar toda tu vida sin fumar, tomar… pero dentro de tu sistema nervioso central nunca se borra la sensación que generaba esa adicción, contó la licenciada en Psicología,Isabel Zilveti, integrante del equipo profesional del Programa de Ludopatía del IPLyC a El Aire de las Misiones de la 89.3 de FM Santa María de las Misiones.
“El adicto siente placer. Es un placer fácil, rápido, pero a la larga el cerebro comienza a pedir más y la persona no le puede dar más. Ahí entra la miseria, el adicto sufre. Es miserable porque no puede callar esa voz que le hace sentir dolor y ya no siente suficiente placer. Esa es la trampa de las adicciones: tarde o temprano se cae en la miseria“, explicó.
¿Qué es la ludopatía?
La ludopatía es una adicción al juego de azar y se desarrolla cuando la persona, de manera progresiva, pierde el control sobre esta actividad. Es grave como cualquier otra adicción porque afecta el ritmo de vida de las personas en todos sus estamentos.
Los ludópatas, como cualquier otro adicto, son fáciles de detectar porque mienten. “Mienten porque esconden su actividad, porque gastan más dinero, pasan mucho tiempo en el casino, sus relaciones sociales comienzan a verse afectadas”, dijo la psicóloga.
Todos esos son indicadores de que hay un serio problema. Si una persona presenta cualquiera de ellos, tiene que hacer una autoexclusión.
¿Hay personas más propensas a ser ludópatas?
“No hay una tipología de persona que reúna ciertos requisitos como para decir: sí o sí va a desarrollar adicciones”. Pero “las personas que son muy impulsivas o que estén pasando por períodos depresivos, enfermedad psiquiárica o tengan antecedentes de familiares ludópatas, posiblemente tienen más posibilidades, pero no es un hecho”, afirmó.
Según Zilveti, “cualquier persona puede desarrollar la adicción”. Asimismo, hay que destacar que es multicausal, lo que significa que no hay una única variable que determine la adicción.
En el caso de nuestra provincia, “son más los hombres adictos al juego que las mujeres” y actualmente, con los juegos online, comienzan de más jóvenes.
Acerca del Programa de Ludopatía
Más que nada, se trata de una prevención que proponen que sea variada. Abarcando desde la difusión mediante campañas publicitarias, talleres o concursos. “Los concursos son destinados a los adolescentes para que ellos investiguen y utilicen las experiencias que tienen quizá con sus familiares y puedan volcarlas, en este caso, en un póster que hable sobre un concepto de ludopatía”.
El programa también ofrece información acerca de vías de ayuda brindadas por el Ministerio de Salud o instituciones privadas. Dado a que actualmente tenemos “muchos estímulos adictivos al alcance de la mano”, el programa intenta “educar y concientizar. No se trata de eliminarlo de nuestra vida, pero ejercitar el auto-control”, manifestó.
Consejos de auto-control
“Siempre aconsejamos que las personas que comienzan a jugar en los casinos, apuesten cantidades de dinero pautadas y por un período de tiempo determinado”, sugirió.
También recomendó no jugar solos ya que “en la compañía hay un feedback con el otro, no me aíslo totalmente y tampoco jugar en tiempos de crisis económicas o emocionales”.
Programa de autoexclusión
Se trata de un programa de dos años en el que “la persona firma un documento en el que afirma que tiene un problema y desea que no lo dejen entrar en el casino. Entonces, la foto de esa persona estará en todas las salas de juego de la provincia y, si en algún momento la persona quiere entrar, el personal de seguridad lo invita a retirarse o se contacta con un familiar de la persona”.
Finalmente, Zilveti aseguró que los programas son ayudas complementarias y que “no hay una receta escrita a seguir para salir del problema, sino que hay alternativas a experimentar para ver cuál resulta mejor a cada uno”.
Contacto
A través de su página de Facebook, correo electrónico o a través del 0800888ludo. El programa también da charlas en instituciones educativas u otras.