El centro histórico de Brujas, lleno de canales, calles empedradas y preciosas casas, la han convertido en la ciudad más visitada de Bélgica, donde el visitante no puede dejar de probar su gastronomía, momento en el que algunas de sus especialidades como el chocolate, la cerveza artesanal y las patatas fritas, serán protagonistas interesantes.
A esta joya de Flandes, Patrimonio de la Humanidad, merece la pena dedicarle por lo menos un día completo, aunque si dispone de tiempo es recomendable pasar al menos una noche en la ciudad y dar un paseo al atardecer mientras se iluminan sus preciosos edificios, en lo que es considerado por millones de viajeros como uno de los momentos más mágicos del día.
Gracias al anonimato en que vivió durante más de cuatro siglos, Brujas es una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo.
Fundada en el siglo XI alrededor de una fortaleza del siglo IX, fue hasta el siglo XV una de las ciudades más prósperas del continente. Su red de canales, por la que muchas veces ha sido comparada con Venecia, hizo que fuera un importante centro comercial del norte de Europa, sin embargo, a finales del siglo XV cuando el río Zwin se encenagó, la ciudad comenzó una época de decadencia y no fue sino hasta principios del siglo XX, cuando estaba muy abandonada y sumida en la pobreza, que fue objeto de una profunda restauración, convirtiéndose en un importante destino turístico al que actualmente visitan más de tres millones de viajeros por año.
El mejor recorrido para hacer turismo en Brujas es a través de sus canales navegando en un bote; trayecto en el cual es posible lograr postales increíbles. Los puentes de piedra coronan el paseo y la vista de los edificios antiguos, preservados escrupulosamente, contiene una belleza incomparable y difícil de encontrar en otras ciudades fuera de Europa.
Otros sitios para conocer son:
• Plaza Mayor: también llamada Markt, esta plaza es el centro neurálgico de Brujas. En ella se sigue celebrando un mercado todos los sábados.
• Belfort: se encuentra en la Plaza Mayor y es la torre más característica de Brujas. Desde la parte más alta, a 83 metros de altura y tras subir 365 escalones, se obtienen las mejores vistas de la ciudad.
• Burg: segunda plaza más importante de la ciudad. Compite con la anterior en ser la más bella de Brujas.
• Stadhuis: el edificio más característico del Burg es sin duda el Ayuntamiento. Su fachada data de finales del siglo XIV.
• Onze Lieve Vrouwekerk: la Iglesia de Nuestra Señora es la iglesia más famosa de Brujas y su torre de 122 metros es la más alta de Bélgica.
Hay mucho más y lo bueno es que es un destino para ser visitado en cualquier época del año. Cada estación tiene su encanto particular en esta mágica ciudad.
Iglesia de Nuestra Señora
La Onze Lieve Vrouwekerk, es un edificio cuya fusión entre lo románico y lo gótico constituye un hito en el arte y la arquitectura en Europa. Con su torre de 123 metros, es el más notable de Brujas.
Dentro de la Iglesia se destaca la figura de la Madonna con el niño Miguel Ángel. Allí es donde reposa el corazón del monarca Felipe el Hermoso.
Detrás de la iglesia, se puede observar la bonita fachada del Palacio Gruuthuse, en honor a este soberano.