Su llegada estaba pautada para octubre del año pasado.
Las Escuelas Faro de Misiones todavía no recibieron los cuadernillos educativos del programa cuando ya transcurrió más de medio año del plazo previsto con esa finalidad: debían haber llegado en octubre de 2018, pero en 169 instituciones primarias y 98 secundarias del país aún esperan que llegue lo prometido desde el Ministerio de Educación de la Nación.
El programa nació con énfasis en el fortalecimiento en las áreas de matemática y lengua, dirigida a los alumnos que cursan la segunda etapa de la primaria y el primer nivel del secundario.
Por ello las escuelas que forman parte del programa nacional “Faro” habían celebrado el lanzamiento del sistema y avanzaron con sus proyectos.
Sin embargo, para cumplir con los objetivos pautados por el equipo docente es necesario el material educativo y principalmente los fondos que forman parte de este plan. Nada se sabe de ellos y la espera se prolonga.
“Faro funciona hace un año y han avanzado con sus proyectos, así que es un daño para las escuelas que forman parte del programa y no reciben el material de lectura que compone este plan. Sucede que son todos aportes y sólo para matemáticas hay unos juegos que se encuentran online, pero son necesarios algunos más para la frecuencia de trabajo que se propuso en las escuelas”, explicó a PRIMERA EDICIÓN la responsable pedagógica del Programa de Formación Situada, Cielo Linares.
Sobre el pedido realizado hasta el momento por las autoridades educativas de Misiones, señaló que “este es un reclamo que venimos haciendo constantemente a nivel nacional, aprovechando que participo de la mesa federal de Formación Situada, donde está presente la de Faro. Este es un pedido que ya fue hecho por vía formal, por notas escritas por la ministra de Educación de la Provincia dirigidas a Nación”.
Doble dependencia
Sobre las necesidades y reclamos, Cielo Linares indicó que “lo que plantean es que se trata de un trámite. Pero hay una cuestión con el Programa Faro que tiene doble dependencia de Nación y creo que en eso es donde está trabado el envío de los materiales junto con los fondos”.
Además de recibir un material didáctico, el fortalecimiento educativo dentro de la planificación de trabajo contempla la posibilidad de recibir dinero para utilizarlo en las instituciones. “Estas escuelas también iban a recibir un fondo para reparaciones menores que todavía está trabado y lo estamos continuamente reclamando”, señaló.
Claves del programa
En el marco del Programa Escuelas Faro, se acompaña a las escuelas a través de distintas instancias y estrategias:
– Punto de partida. Reflexión institucional colectiva para construir y analizar información y las problemáticas relevantes relacionadas con los aprendizajes de los estudiantes y el cuidado de sus trayectorias escolares, en el marco del Proyecto Escolar de Aprendizajes.
– Asesoramiento situado. Formación presencial y virtual para la elaboración e implementación del Proyecto Escolar de Aprendizajes Prioritarios, tanto para equipos de especialistas jurisdiccionales como para equipos de coordinación institucional.
– Redes de acompañamiento territorial a escuelas. Integradas por supervisores, especialistas, facilitadores, formadores de ISFD, equipos técnicos jurisdiccionales, entre otros, como asistencia y apoyo pedagógico a las instituciones para la implementación de los proyectos.
– Recursos para mejorar las condiciones institucionales. Dotación de recursos y materiales pedagógicos que contribuyan con el desarrollo de procesos de enseñanza y aprendizaje de calidad, incluyendo conectividad; libros y materiales didácticos; fondo de reparaciones menores.
– Intervenciones específicas. Implementación de estrategias diversificadas para el abordaje de situaciones que acompañen los procesos de mejoras pedagógicas propuestas, tales como como Educación Sexual Integral, Plan de Lectura, cursos de formación virtual, Convivencia Escolar, Educación y Memoria, entre otros.
– Monitoreo y Evaluación. Producción y análisis de información que permita identificar los avances, los desafíos y los ajustes necesarios en el transcurso de su implementación, a fin de retroalimentarla promoviendo el logro de los objetivos propuestos. Sin los cuadernillos y fondos, todo se encuentra detenido aún y sin certeza de cuándo van a comenzar.