Según un informe de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) sobre el Panorama Ganadero 2019, el consumo interno de carne vacuna este año podría ser entre 50 y 52 kilogramos por habitante. Es decir 16 o 18 kilos menos que hace 10 años. Y de 4 a 6 kilos menos que el año 2018.
Esto se debe a la caída del poder adquisitivo de los consumidores argentinos por la crisis económica que atraviesa el país. Así, el 2019 podría ser el año en el que los argentinos consumamos menos carne.
Por otro lado, en referencia a la producción, se determinó que el stock a nivel nacional creció casi un 8% pasando de 50 millones de cabezas en 2015, a 53,8 millones en 2018, según difundió la Secretaría de Agroindustria de la Nación. Esto se debe a las políticas generadas por el Gobierno nacional con el lanzamiento de líneas de créditos, planes de mejora genética y apertura de nuevos mercados externos para exportar.
El stock bovino del 2018 y 2019 se mantuvo estable (en aproximadamente casi 54 millones de cabezas), y es probable que este stock se reduzca en los próximos años por el aumento de faena de vacas y vaquillonas.
Entre marzo de 2018 y mismo mes de este año hubo una reducción del un 0,8% en stock de vientres. Se estima que para marzo del 2020, se reduzca aun más: 0,3% el stock de vientres (es decir, mayor faena de vacas y vaquillonas) debido a que los productores necesitan liquidar su producción para cumplir con sus obligaciones financieras en un contexto económico complicado.
Al haber menor retención de vientres, se produciría una menor oferta ganadera en 2 o 3 años.
Con respecto las exportaciones, China es uno de nuestros principales mercados y se prevé que este año compre a Argentina un 20% más de carne vacuna que en 2018.