Concepeción de la Sierra, una ciudad que recuerda sus orígenes y atesora varias edificaciones que cuentan parte de su historia.
Tradicionales casonas, muy bien conservadas, como la Casa de la Cultura, fiel exponente donde se albergan piezas arqueológicas, cuyo objetivo es dar a conocer vestigios jesuíticos de la región.
En las afueras, en la ruta provincial 105 entre Concepción y Santa María, en el Paraje 43, la pintoresca capilla San Roque, abandonada en 1945 todavía permite apreciar su arquitectura; una construcción de estilo inglés junto al imponente pórtico de la Tabacalera 43 dan muestra de la época de auge de esta empresa que fue cerrada debido a la declinación del cultivo.
O el balneario El Persiguero, a escasos kilómetros del centro urbano, donde se puede disfrutar de cristalinas aguas que se ofrecen tranquilas para el disfrute de los visitantes y con todas las comodidades necesarias para un día al aire libre.
Muy cerquita se ubican las Ruinas de Santa María la Mayor, sobre la ruta provincial 2, a sólo catorce kilómetros del ejido urbano.
Esta misión la fundaron, en 1626, los Jesuitas y hacia fines del siglo XVII estaba establecida sobre una colina, a la vera del arroyo de Santa María y próxima a la margen derecha del río Uruguay.
Aquí funcionó una imprenta que, entre 1722 y 1724 editó libros que, junto a textos de las imprentas de Loreto y en San Francisco Javier, entre 1705 y 1727, constituyen los primeros publicados en este país.
Se conservan restos de construcciones en piedra o en adobes sobre basamentos de piedra, así como de obras complementarias de canalización y riego en los alrededores.