La segunda jornada de debate contra el portero de una escuela primaria de Eldorado, se completó con la comparencia de más testigos. Entre ellos se destacó el testimonio de la directora y la vicedirectora de la escuela y una médica forense, quien no pudo asegurar que la niña haya sido víctima de un ataque sexual.
El hombre de 63 años está acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por el uso de arma”. Está privado de su libertad desde agosto de 2016.
En su declaración testimonial ante el Tribunal Penal 1, las dos directivas reafirmaron lo declararon en la etapa de instrucción, acerca de que no habían divisado ningún comportamiento extraño en la menor, como así también en la dinámica habitual del establecimeinto.
Señalaron que de forma constante estaban monitoreando las actividades de los alumnos y esto incluía lo que sucedía en los baños de la escuela.
Esto se condijo con lo expresado por la maestra de la menor, quien en la primera jornada había indicado que la niña se sentaba muy cerca de su escritorio, por lo que nunca había visto irregularidad alguna, además de poder ver desde su asiento el ingreso a los baños.
En la denuncia que motivó la causa judicial, se supo que supuestamente la niña había sido abusada por el hombre a cargo de la maestranza tras ser amenazada con un cuchillo.
En la pericia de cámara Gesell ella había relatado que el cuchillo era de color marrón tipo tramontina, sin embargo, el único cuchillo que usaban en la portería era uno con mango de color rojo, según se extrajo de las declaraciones vertidas ayer en la sede judicial.
La médica forense que había firmado el certificado constatando las lesiones en la zona íntima de la menor, también fue una de las citadas ante el Tribunal. Indicó que las lesiones que presentaba podían haberse debido a una falta de higiene o al roce de la ropa. En este sentido, en la etapa de Instrucción se supo que la niña no dejaba que la madre la bañara, porque había aprendido que nadie podía tocarla.
También declaró la abuela de la niña. Fue requerida acerca de la forma en la que se enteró del supuesto abuso de su nieta. Respondió que lo supo a través de lo que le contó su hija (la madre de la menor).
Otro de los declarantes fue una vecina de la familia, a la que le consultaron cómo se había enterado del hecho. Ella señaló que fue a través de un grupo de whatsapp, en el cual estaba la madre de la niña, quien además se encargaba de relatar los pormenores del hecho.
La portera del establecimiento también fue citada y ante las requisitorias indicó que nunca había visto al acusado cerca de los baños de las niñas. Inclusive indicó que cuando ella estuvo enferma y estuvo ausente de las tareas habituales en la escuela, supo que era otra persona la que se encargaba de la limpieza de los baños.
Hoy continuará la ronda de testimonios, en la que se espera que declaren los docentes de Educación Física. También es clave, principalmente porque el patio donde daban las clases, está a metros de los sanitarios y según la denuncia, fue una de las ocasiones en la que supuestamente ocurrieron los abusos. En este sentido, ayer se ventiló que fue en el horario de una de estas clases que el portero supuestamente “había abusado con saña” de la menor.