La Comisaría de la Mujer perteneciente a la Unidad Regional I tomó intervención ayer ante la sospecha que en el Hospital de Pediatría Fernando Barreyro habría una pareja de padres con sus hijos de diez meses y siete años que presentaban lesiones que podrían ser correspondientes a maltratos y abuso.
De acuerdo a las primeras versiones, fueron los médicos del centro de salud quienes solicitaron la presencia policial para demorar a los progenitores.
Una vez que la policía arribó al lugar, dos pediatras del área se entrevistaron con los uniformados y se recalcó que de su parte no se había solicitado una patrulla en ningún momento, y que se habían dispuesto todas las medidas correspondientes para que la madre y padre de los menores se quedaran en el hospital mientras sus hijos eran revisados y se aclaraban los motivos de las dolencias.
Fuentes consultadas por este Diario adelantaron que la pareja es de Oberá, y sus niños internados allí son un varón de 10 meses y una nena de 7 años, a quienes se le practicaron estudios para determinar si fueron víctimas de golpes y abuso sexual y que permanecerían en observación.
Los guardias del servicio de vigilancia exclusivo del nosocomio fueron los encargados de custodiar a los padres.