El juicio oral y público por la caída del avión de Austral que se estrelló en Fray Bentos, Uruguay, en octubre de 1997 y causó 74 muertes, arrancó esta tarde con 35 personas vinculadas al sistema de aviación civil en el banquillo, acusadas por estrago doloso. El debate comenzó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio y la lista de los acusados ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de la ciudad de Buenos Aires, en los tribunales de Comodoro Py, con la presencia de familiares de las víctimas, que son querellantes. Tras cumplir esa formalidad, se pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo 9 de abril, cuando comenzarán las declaraciones de los testigos.
En este marco, María Silvina Rumachella, abogada de los familiares de las víctimas y hermana de Viviana Rumachella, azafata del vuelo, dialogó con el programa Primera Plana que se emite por Santa María de las Misiones (89.3) y advirtió que esperan “un juicio serio, no una parodia. Luchamos mucho estas dos décadas evitando que la causa prescribiera que es lo que intentaron siempre las defensas y a lo que fue totalmente funcional el juez instructor (Jorge Ballestero) que primero les dio la falta de mérito y después, con las mismas pruebas, procesó a todos por estrago doloso”.
Consultada sobre la tesis de la querella, la letrada apuntó a que “además de la falta de control, lo más grave fue la habilitación de una aeronave en claro incumplimiento de la normativa vigente. Esa aeronave llegó de España, era de descarte, ya no se usaba más en el espacio aéreo europeo. Ingresó a la flota de Austral producto de una venta que hizo su controlante Iberia. Es decir, el presidente de Austral en ese momento, hoy procesado, director a su vez de Iberia, cruza el mostrador y vende a Austral un lote de aviones chatarra entre los que estaba el de la tragedia”.
“Pero no sólo en cuanto a los controles, sino a todas las licencias que obtenía Austral para reducir el entrenamiento de los pilotos. Todos permisos tendientes al ahorro de costos violando el principio rector de la seguridad aérea”, avanzó Rumachella.
Posteriormente señaló: “Creo que no cambió nada porque lamentablemente hoy están operando líneas low cost, se habilitan aeródromos que no podrían funcionar como tales, no sentimos que se haya cambiado sustancialmente. Estamos a años luz de lograr un espacio aéreo seguro”.
Y ya sobre su hermana recordó que “Viviana tenía todo un proyecto de vida. Era una persona con ganas de hacer muchas cosas, de hecho se había comprado su departamento y no lo pudo estrenar, se iba a mudar al día siguiente de ese vuelo. Cuesta mucho recordarla con alegría, era íntegra y honesta y tenía muchas ganas de vivir”.