El desabastecimiento de un alimento básico, como lo es la leche, dejó en evidencia un nuevo problema que atraviesa el sector de la producción dentro de un contexto de creciente crisis económica.
En los últimos días comenzó a verse en los principales supermercados y mayoristas de la provincia, ausencia de variedad de marcas y, en varios casos, directamente góndolas casi vacías de leche en sachet, caja y botella.
Sin embargo desde el sector comercial aseguraron que el problema de desabastecimiento viene desde hace más de un mes y comenzó a reflejarse ahora que los negocios empiezan a trabajar con poco stock porque las empresas distribuidoras dejaron de “bajar pedidos”. Esta situación se repite en todo el país.
Al respecto en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Nelson Lukoski, integrante de la Asociación de Comerciantes Misioneros, remarcó: “Las empresas dejaron de responder a los pedidos y no están bajando leche en los comercios. Este problema lo tenemos hace aproximadamente un mes aunque ahora se está sintiendo más la falta de mercadería. Se comenzó a ver también en los supermercados y comercios grandes que está faltando la leche porque son las empresas las que no están entregando”.
Por otra parte, indicó que “en el último mes la leche aumentó mucho en su precio de venta al público. Estaba en 35 pesos y ahora se consigue por alrededor de 50 pesos el litro”.
Precisamente en un supermercado el litro de leche entera en sachet cuesta $48,50, mientras que en caja de cartón alcanzó un valor de $56 y en botella $63. La leche descremada vale $48,90.
El precio del litro de yogur varía de acuerdo a la marca entre los $42 a $71,50. Y la chocolatada en caja de litro se vende entre $55,80 a $63,90.
Por otra parte, Ismael Ortigoza, presidente de la Cooperativa de Almaceneros de Posadas, manifestó a este Diario que “la situación con la leche es caótica. En el Centro de Almaceneros ya nos habíamos preparado comprando porque sabíamos que se venía este faltante, por las inundaciones, la escasez del producto en la región tambera y por el cierre de varios tambos”.
“Hay faltante de todo lo relacionado a los lácteos, algunos mayoristas están guardando la leche y no largan a la venta, eso indica que más adelante puede empeorar la situación”, adelantó.
Una comerciante del barrio Villa Urquiza comentó que “se hizo muy difícil conseguir leche desde el mes pasado. Hago los pedidos todas las semanas pero las distribuidoras no llegan. Ahora estoy con una cantidad mínima sin vender, seguramente en los próximos días me quedaré sin stock”.
Además recalcó que la situación se repite con otros productos relacionados de las mismas distribuidoras como “el queso rallado y la manteca”.
Panorama crítico en el país
A nivel nacional, desde el sector empresarial informaron que ante la falta de leche están bajando la producción de algunas plantas y reconocieron que las preocupaciones crecen debido a la gran cantidad de tambos que se van cerrando por la crisis.
Según la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL), las inundaciones y elevadas temperaturas provocaron una caída de más del 30% en la producción de leche, como en el caso de la provincia de Santa Fe.
En tanto que un informe de la Mesa Agroalimentaria de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) de febrero, expuso que la leche de segundas marcas subió su valor más de un 20% con respecto a enero, mientras que la de las compañías líderes cerca de un 2%.
En este sentido, ante el desabastecimiento los comercios definieron igualar los precios hacia arriba, dejando casi sin diferencia el valor entre las primeras y segundas marcas.
De acuerdo a lo proyectado por parte de la industria y los supermercados, el faltante de leche se extendería hasta mayo.
Complicada producción con productos derivados
Otro efecto de la falta de leche es el encarecimiento de los productos derivados.
Por ejemplo, Leo Rojas, productor de alfajores caseros Larica, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “lo que más se nos complicó es el dulce de leche, porque es un elemento esencial para nuestro trabajo y desde noviembre del año pasado empezó a subir mucho el precio”, comentó y añadió: “Los que somos pequeños emprendedores tenemos que mantener el valor de un producto para no perder los clientes, pero eso en este momento es bastante duro de conseguir”.
“A mediados del año pasado los 10 kilos de dulce de leche costaban unos 600 pesos, cerca de fin de año costaba 860 y ahora está superando los mil pesos”, puntualizó.
Remarcó que “hay un gran desabastecimiento en muchos productos relacionados al lácteo, sobre todo en las marcas de primera calidad”.
“Además del dulce de leche, el chocolate también es un producto en el que se ve un faltante importante en las últimas semanas”, finalizó.