Hola queridos amigos! Hemos visto el tipo de oración eficaz y el poder que reside en el hombre, desconocido por él pues le ha sido escondido. En mi libro “El Evangelio Gnóstico de Tomás”, en su versículo 5, dice: Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser descubierto.
Y la interpretación del lenguaje simbólico que ocupaba Jesús, es: Reconoce al Dios que está en todos, ama a tu prójimo como a ti mismo y lo oculto te será revelado, pues al amar a tu hermano purificas tu corazón y sólo a un corazón puro puede serle revelado lo oculto.
El Ser Divino que está en ti aflora y con Él, el conocimiento que es vedado para el agnóstico, pues nada hay escondido que el Dios que está en ti no llegue a descubrir, como tampoco existe conocimiento que el hombre, a través de la historia, en su ignorancia haya escondido que no llegue a ser descubierto.
Planck comprobó desde la física cuántica que estamos conectados entre nosotros y con la creación conformando una red energética que llamó matrix, y que nuestro ADN y el medio ambiente pueden ser transformados por los sentimientos, emociones y la palabra.
El Evangelio Gnóstico de Tomás y otros manuscritos fueron encontrados fuera del monasterio de San Pacomio, en Nag Hammadi (Egipto) en 1945, enterrados allí por los monjes cuando la Iglesia Católica inicia la persecución a los gnósticos y ordena la quema de sus manuscritos.
De manera también fortuita fueron encontrados en 1950 en el Qumran los manuscritos de la comunidad esenia: Los Rollos del Mar Muerto, hoy Patrimonio de la Humanidad preservados en el Santuario del Libro de Jerusalén. Ambos tienen el mismo lenguaje simbólico que ocupaba Jesús.
Gregg Braden (científico e investigador ya mencionado) dice que estas enseñanzas han sido ocultadas por 2000 años en El Vaticano y que gracias a estos descubrimientos hoy podemos leer en los Rollos el código del profeta Isaías y otros textos esenios, lo que la ciencia cuántica recién comenzó a comprender, o sea, la existencia de muchos futuros posibles para cada momento de nuestras vidas y que la mayoría de las veces escogemos inconscientemente.
Cada uno de estos futuros se encuentra en estado de reposo, esperando ser despertado con nuestras decisiones hechas en el presente.
Lo que describe Isaías era una tecnología de la oración muy usada en tiempos antiguos y que fue dispersa en el siglo IV como resultado de la quema de libros ordenada por la iglesia.
Esta oración, junto a la imaginación humana, nos daría la posibilidad de obtener cosas extraordinarias (que yo llamé cursos de milagros Nº 1, 2 y 3).
Isaías nos explica cómo podemos escoger el futuro que deseamos experimentar a conciencia, conformándonos como creadores de nuestra realidad.
Con este modelo perdido de oración, podemos curar nuestros cuerpos y prevenir grandes tragedias climáticas a las cuales la humanidad se podría enfrentar en poco tiempo.
La clave para obtener un resultado entre los muchos posibles, reside en la habilidad de “sentir” que nuestra elección ya fue creada y está pasando en este momento.
Colabora
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
EscritoraTambién en FB.
Escuela de Pensamiento