La dilatación de las paredes venosas se llaman várices. Este tipo de trastornos nos ocasiona síntomas de acuerdo al lugar dónde están ubicadas: por ejemplo, en afecciones hepáticas suelen haber várices esofágicas que producen microsangrados, sensación de sofocación, dolores a nivel del tórax o reflejo en abdomen.
Otras producen dolores evacuatorios si están en la zona anal, son las llamadas hemorroides. Mientras que hoy quiero comentarles las que más vemos: LAS VÁRICES DE MIEMBROS INFERIORES.
Estas provocan síntomas de piernas inquietas, dolor, inflamación y pesadez. No hablaremos de la parte estética pero sí de estos síntomas, tan acentuados en esta época.
Dolor, inflamación y pesadez
¿Qué podemos hacer desde la medicina orthomolecular?
– FORTALECER LOS VASOS: Ayudar a la oxigenación, reactivar el flujo, disminuir la inflamación y el dolor.
– CARBOXITERAPIA: Es un método que ayuda a oxigenar y aumentar el flujo. Se coloca en forma de mesoterapia.
Dentro de la nutrición celular, por vía oral o endovenosa reforzamos las paredes con dosis altas de Vitamina C, peróxido de hidrógeno y EDTA para flexibilizar y limpiar los vasos. Mientras que nos ocupamos de evaluar el HÍGADO como central de flujo venoso.
El hígado es fundamental dentro de cualquier patología circulatoria. De ahí la importancia de su desintoxicación con enzimas y un plan donde planteamos que debemos mejorar el estilo de alimentación y actividad.
Por eso es importante marcar etapas para asegurarnos la continuidad del tratamiento.
– LA DEPURACIÓN CON ÁCIDO MÁLICO Y ENZIMAS para luego conocer qué alimentos simples podemos incorporar.
Se recomienda la cúrcuma siempre con pimienta negra, ajo, limón, infusiones con carqueja y malva. Y por supuesto, el tan querido kalanchoe. Son medidas fáciles para continuar mejorando nuestro estilo de alimentación y favorecer la circulación venosa. A su vez el drenaje linfático permite drenar y eliminar toxinas, favoreciendo la desintoxicación hepática.
Otra recomendación es la actividad física. Te proponemos un ejercicio sencillo: sentadas girar los pies hacia arriba y abajo, con movimientos circulares de tobillos. No permanecer en la misma posición varias horas.
Siempre debemos buscar la conjunción de cada órgano para que los tratamientos sean realmente un estilo de vida cada vez más saludable. Son pasos pequeños para lograr un gran resultado.
Nosotros podemos guiarte pero la decisión del cambio es tuya. Es tu esfuerzo diario de incorporar estos pequeños hábitos saludables.
MUY FELIZ DOMINGO.
Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica.
Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMO
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