Se siguen procesando los datos estadísticos de 2018 para medir el impacto de las políticas económicas sobre la población en diferentes aspectos. Ahora aparecieron los índices vinculados a la construcción, sobre la cantidad de empleados en las pequeñas y medianas empresas (PyME) del sector.
Desde la Confederación que las nuclea en la Argentina, donde ya advirtieron que será un año muy difícil por el fuerte recorte en el presupuesto nacional para la obra pública en las provincias, revelaron que el Nordeste argentino (NEA) resultó el más golpeado por el desempleo en el rubro si se miden los tres años de mandato de Mauricio Macri con Cambiemos.
El promedio de caída para la región NEA es del 37,5% y, desglosado por jurisdicción, Misiones perdió el 40% de la mano de obra en la construcción, Chaco cayó un 43% y Formosa un 46%.
“Sucede que en las provincias más postergadas de nuestro país es donde la caída en la construcción (principalmente obras públicas) fue más abrupta”, opinó con los números en la mano el presidente de la Confederación de PyME Constructoras, Daniel Mafud.
“Es necesario poner en evidencia que la abrupta disminución de actividad ocasionará la desarticulación de empresas medianas en todo el país. Estas empresas que supieron tener una dinámica interesante y que a través de la formación de recursos humanos y la incorporación de bienes de capital, supieron dar respuestas a la demanda de la sociedad, están viendo seriamente afectada su capacidad operativa. Este es el costo más elevado de la ineficacia en la política de obras públicas”, dijo.
Las constructoras más importantes, que vienen ganando las licitaciones más importantes, en su mayoría quedaron en jaque por los “Cuadernos de las coimas”. Las PyME están en “coma” por la crisis y los recortes. Con este depresivo panorama arrancó el 2019.