La Justicia condenó a ocho años de prisión al exempleado de la municipalidad de Iguazú que abusó de su hijastra cuando ella tenía 14 años. El otro dato relevante de la sentencia, contra quien además era un reconocido sindicalista, fue que resolvieron que se investigue un aborto y una incitación al suicidio. Es que su ex pareja perdió un embarazo tras quedar en estado de coma durante una semana, luego de ingerir somníferos. Todo en el contexto de la violación de la menor.
Ayer, el Tribunal Penal 1 de Eldorado, conformado por los doctores Atilio León, María Teresa Ramos y Beatriz Komisarski (subrogante),fallaron en forma dividida. El presidente del cuerpo opinó por la absolución de Magno Britez (48), mientras que sus pares decidieron la condena del imputado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, agravado por la situación de convivencia”.
En el cierre del debate, el fiscal Federico Rodríguez pidió que el caso continúe siendo investigado. Por un lado, en lo que refiere a las responsabilidades que podría caberle a Britez, por las pastillas para dormir que le dio a su concubina, en lo que podría configurarse como una incitación al suicidio. Por otra parte, también solicitó que la madre de la menor sea investigada por un aborto, dado que al momento de haber ingerido los fármacos para conciliar el sueño, ella habría sabido que estaba cursando un embarazo y sin embargo tomó los somníferos, a la par que lo hizo con las pastillas que usaba para tratar su epilepsia. Este caldo de “medicinas”, habría sido el causante de la pérdida de la gestación, hecho que se conoció luego que ella despertara del profundo sueño, siete días después del hecho que tuvo como víctima a su hija.
Discusión, coma y abuso
Britez había sido denunciado por la abuela de la menor, el 1 de mayo de 2017. En aquella oportunidad, más precisamente en la noche previa, la joven había salido de la casa ubicada en el barrio Villa Alta de Puerto Iguazú para ir a lo de una amiga. Allí se iban a reunir aparentemente a festejar un cumpleaños. En tanto su madre y la pareja de esta, Magno Brítez, se habían quedado en la casa discutiendo. Pasó que la progenitora ya había advertido la forma en la que su concubino miraba a su hija. Por ello le preguntó directamente “¿vos le estás queriendo agarrar a…?”, Brítez le respondió “¿y vos qué vas a hacer si yo me c… a tu hija?” , “te voy a denunciar”, le respondió la madre. Fue en este punto donde comenzó a gestarse lo que ahora disparó nuevas actuaciones judiciales contra ambos. Brítez le habría dado las pastillas para que se durmiera, porque su pareja había quedado muy nerviosa tras haberse planteado nada menos que la posibilidad de un abuso contra la adolescente. ¿Fue él el que la incitó a que tomara varias dosis del somnífero, al punto de pretender que se quitara la vida de esa forma?. ¿Fue ella la que tomó las pastillas para dormir en cantidad para que sus efectos le provocaran un aborto? Eso lo definirá la Justicia.
Lo que si quedó probado es que la mujer cayó en un profundo sueño y en la madrugada la menor regresó a su casa y se encontró con su madre en ese estado. Britez le reconoció que habían discutido y por eso ella había tomado pastillas para dormir. La joven también se acostó y durmió tan fuerte que no se dio cuenta lo que le habían hecho durante las horas de sueño. Se despertó a las 11.45, notó que estaba desnuda de la cintura para abajo y sintió dolores en el vientre.
Al lado de su cama estaba su short, mojado. Se incorporó para ir a contárselo a su madre pero la vio profundamente dormida, tanto que estaba en estado de coma. Tuvieron que llamar a una ambulancia para que le dieran asistencia en el hospital, y saber además por qué no se despertaba. La menor fue a lo de su abuela, le relató todo lo que había pasado y a los pocas horas el padrastro tenía una denuncia por violación en la comisaría.
Tomó intervención el Juzgado de Instrucción 3 de Iguazú, a cargo del doctor Martín Brites. Las pericias médicas y las muestras biológicas recolectadas en la vivienda fueron claves para acreditar el abuso.