Todo en nuestro universo es energía que se transforma constantemente. Eso sucede también con la energía en nuestro cuerpo, incorporamos energía a través de los alimentos y la respiración y si esta energía no fluye armónicamente se estanca en lugares de nuestro cuerpo y empieza a generar mal estar. Las emociones como el enojo o el miedo y la tristeza generan opresión en el pecho dolor en la zona del plexo solar tensión en la espalda y otras sensaciones muy molestas.
Podemos usar la respiración para liberar esos bloqueos. ¿Cómo? Dejamos todo un momento y sentados, lentamente inhalamos observando donde sentimos opresión o tensión, una vez que localizamos dónde comenzamos con la respiración diafragmática. Llevamos el aire al abdomen, con este pequeño acto ya vamos sintiendo liberación.
Parar es darnos cuenta qué nos sucede, qué sentimos, podemos seguir así respirando hasta que nos conectemos con esa parte del cuerpo que sentimos rígida o tensa. Llevamos toda la atención y luz tratando de hablarle a esa zona del cuerpo.
¿Qué le puedo decir? Que es perfecta, agradecerle por estar, porque me ayuda por ejemplo a sostener mi espalda derecha, si son la piernas me ayudan a caminar me llevan a donde quiero, sin son los brazos me ayudan a abrazar, sostener, dar gracias porque mi cuerpo es perfecto y si quiero cambiar algo que no me gusta sería bueno primero agradecer lo que tengo.
Muchas veces nuestra energía puede cambiar solo con el Agradecimiento. Por eso tomar consciencia, parar un poco, puede hacer que nos demos cuenta de todo lo que tenemos: podemos caminar, ver, oler, escuchar , sentir etc.
¿Qué más podemos pedir? Escuchemos nuestro cuerpo y así podremos llevar energía sanadora a través de nuestra respiración por ejemplo, imaginándonos que el oxígeno llega a través de la sangre purificando nuestros tejidos limpiando nuestro cuerpo y con la exhalación podemos imaginar que soltamos todo lo tóxico, desde el dióxido de carbono que liberamos cuando largamos el aire hasta emociones reprimidas, palabras no dichas, rencores, dolores, frustraciones, miedos y todo lo que no nos deja ser aquello que somos cuando nuestra mente está liberada y tranquila.
Aprovechemos estos días antes de fin de año para escucharnos.
Colabora
Paula Vogel
Profesora de Educación Física.
Educadora Biocéntrica.
3764-414872