La luz del sol se compone de una variedad de energía que son transmitidas a la tierra en forma de ondas electromagnéticas.
En los seres humanos, la luz tiene influencia en diferentes funciones fisiológicas entre ellas el cambio de humor.
A través de la estimulación de la luz en los ojos, la glándula pineal libera la hormona melatonina. La luz entra a los ojos para estimular nuestro reloj biológico en el hipotálomo, éste controla el sistema nervioso y el sistema endócrino (hormonas) que en conjunto controlan la mayoría de las funciones reguladoras del organismo.
El sol produce efectos benéficos, no obstante tiene serias contradicciones que actualmente se han intensificado en el hemisferio sur por la disminución de la capa de ozono.
Entre los efectos adversos que genera figuran la insolación, envejecimiento cutáneo, efectos carcinogénicos, fotosensibilizantes y fotoalergizantes.
La radiación ultravioleta es muy penetrante, atraviesa las nubes y el agua clara, incluso la ropa húmeda. Actúa también por reflexión si estás cerca de la nieve o de la arena clara aunque estés a la sombra.
Debés cuidarte también los días nublados, ya que la radiación atraviesa las nubes. Los menores tienen que estar a la sombra con ropa liviana y sombrero, evitando el sol directo y tomando abundante cantidad de líquido para no deshidratarse.
A partir de los 6 meses de vida se les puede colocar protectores solares, esto debe mantenerse a lo largo de toda la vida. La arena, el agua y la nieve reflejan el sol y aumentan nuestra exposición al sol.
Colabora
Elena Cacerez Echevarria
Esteticista.
En Facebook
3764362902