La ansiedad con la que vivimos afecta a nuestro cuerpo, la incertidumbre de no saber qué pasará o quedarnos en el pasado lamentando cosas que no hicimos o no pudimos hacer hace que nuestro cuerpo se tensione, libere hormonas del estrés y sufra.
Hoy vamos a hablar de un músculo importante para la postura que lo llaman “el músculo del alma”.
Es el psoas ilíaco, que flexiona la cadera y se ve afectado directamente por el miedo o el estrés, ya esas emociones hacen que el cuerpo segregue más adrenalina y prepara al psoas para correr. Al no liberar esa tensión, el músculo se va acortando, pierde flexibilidad, se tensa y aparecen los dolores.
Todo porque nuestro amado cuerpo se prepara para la acción de correr o defenderse y en realidad la amenaza que creemos que está afuera casi siempre está adentro, con nuestras creencias y pensamientos.
El yoga como otras disciplinas parecidas trabajan mucho liberando y estirando el psoas pero nosotros podemos hacer un ejercicio muy sencillo, no es necesario tener ropa de gimnasia ni ir a una clase: solamente nos paramos separando las piernas hasta el ancho de hombros, tomamos aire, sentimos cómo estamos parados y damos un paso hacia adelante flexionando la pierna derecha.
La izquierda queda extendida hacia atrás, vamos a sentir un alivio a la altura de la cadera, inhalamos inflando el abdómen y exhalamos contrayendo la panza y buscamos encontrar en esta posición comodidad.
Puedo cerrar los ojos sostenerme de una silla para cuidar de no perder el equilibrio, y luego de mantener durante un rato sólo sintiendo cómo se estiran los músculos. Cambiamos y hacemos con la otra pierna. Con este movimiento se libera mucha energía y tensión aliviando la espalda, piernas y nuestra alma que muchas veces está agobiada por tantos miedos y ansiedades.
Puedo observar de qué lado me cuesta más y así tratar de equilibrar mi postura, nunca debe haber dolor y no deben ser movimientos exigidos ni rápidos.
Nuestro cuerpo es el templo de nuestra alma, nuestro móvil para disfrutar de esta hermosa vida que Dios nos ha regalado. ¡Bendiciones!
Colabora
Paula Vogel
Profesora de Educación Física.
Educadora Biocéntrica.
3764-414872