Un fuerte malestar crece en la comunidad educativa del Bachillerato Polivalente 18 de esta localidad, tras haber sido informados, todavía extraoficialmente, que dejará de aplicar el Modelo de Alternancia.
“Hace 32 años estamos funcionando con éste sistema, además es el único que lo aplica. Mediante éste modelo los chicos permanecen una quincena en la institución y luego regresan a sus hogares por igual lapso de tiempo”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el exdirector y docente jubilado de esa institución, Gustavo Monsú, quien sostuvo que realizará una presentación formal al Concejo General de Educación.
De acuerdo al relato del ex director, la escuela fundada en 1986 tiene más de 700 egresados del modelo, quienes se recibieron con el título de Bachiller Agro en Alternancia.
“El sistema no ha dado muy buenos resultados, por lo cual se entiende que no existen motivos para implementar cambios”, señaló el ex directivo.
Según Monsú, ésto ha surgido en los últimos meses, a partir del cambios de autoridades en la supervisión de Zona II de Oberá.
“De repente e injustificadamente nos quieren cambiar el sistema. Tras una visita de la supervisión nos dijeron verbalmente que el sistema iba a cambiar, pero nunca nos dieron sus motivos”, especificó el hombre.
“Nunca se sentaron con nosotros a ver cómo es realmente el sistema y a cuántos van a perjudicar si lo cambian”, sentenció.
En este ciclo la BOP 18 cuenta con una matrícula de 150 inscriptos. De aplicarse la modificación, los más afectados serían alrededor de 70 jóvenes de las colonias de origen humilde.
“Intereses”
“Nuestro plan de estudio Agro en Alternancia algo que está reconocido por sus eficiencia; sin embargo vemos que pueden haber intereses para aplicar éste cambio justo ahora”, deslizó Monsú al explayarse sobre otra cuestión, que según él no sólo es irregular sino que lo llevará a realizar una denuncia formal ante el CGE.
La presentación de Monsú no será solamente para conocer qué va a pasar con el funcionamiento del sistema en la escuela, sino para que se investigue una supuesta maniobra de la supervisión.
“Yo era director y tenía 21 horas afectadas en el cargo de coordinador y administrativo para ocuparme de la residencia estudiantil. Iba a Oberá a hacer compras para el comedor y lo que fuera necesario”.
“Ahora injustificadamente y por una disposición que ella elaboró, me desafecta de las horas, pero en vez de hacer una designación al personal del establecimiento para seguir con la misma función y lo curioso del caso es que designa a una persona que según nuestras averiguaciones es su propio hijo y lo afecta a funciones administrativas en la sede donde trabaja ella en Oberá”, denunció.