La diabetes, como sabemos, se caracteriza por elevados niveles de glucosa o azúcar en la sangre, y se clasifica en diabetes tipo 1 o insulinodependiente, tipo 2 y diabetes gestacional.
Los pilares fundamentales para su tratamiento son la alimentación, la medicación, el ejercicio físico y el control. Sin embargo, existen ciertos mitos alrededor de esta enfermedad tan común. Desenterremos algunos de ellos:
Mito 1: La diabetes se cura
La diabetes es una enfermedad crónica, por lo tanto, no se cura. Se puede llevar una vida totalmente normal, cumpliendo siempre con los pilares anteriormente nombrados. La diabetes tipo 2 puede prevenirse, llevando un estilo de vida saludable, en cambio, la diabetes tipo 1, es hereditaria.
Mito 2: ¡Dejá de comer tanta azúcar que te va a dar diabetes!
No es cierto. La diabetes la padece quien puede, no quien quiere; esto quiere decir que solamente si se tiene predisposición genética puede aparecer en cualquier momento de la vida.
Mito 3: Las hierbas medicinales
Es muy común que en nuestra zona se utilicen hierbas para todo, y también para tratar la diabetes. No existe hierba medicinal que sirva; la ciencia nos demuestra que la medicación correctamente indicada, la alimentación y el ejercicio físico son los únicos tratamientos que funcionan eficazmente.
Mito 4: Si tenes diabetes, ¡olvidate de los dulces!
No es tan así. Un buen plan alimentario, planificado por un nutricionista, seguramente incluirá postres y snacks dulces, pero calculados matemáticamente. Siempre y cuando se siga al pie de la letra el plan, no habrá problemas. Además, si se toma medicación o insulina, también pueden darse picos de hipoglucemia cuando baja demasiado el azúcar en sangre, por lo que es recomendable llevar siempre algo dulce.
Mito 5: Las personas con diabetes se enferman más fácil
Los pacientes con diabetes son mas propensos a complicaciones de infección ante cualquier lastimadura, por lo que deben controlarse periódicamente, sobre todo los pies antes de dormir.
Mito 6: Los diabéticos no pueden tomar alcohol
La realidad es que ingerir alcohol puede causar hipoglucemias graves, porque el hígado se ocupa en metabolizar el alcohol y descuida la liberación de glucosa. Lo ideal es consultar con su médico diabetólogo al respecto.
Colaboración María Romina Reckziegel – Lic. En Nutrición – M.P. N° 291