Referentes de los taxistas de la terminal de esta localidad se reunieron con el Jefe de la Unidad Regional VIII de la Policía de la Provincia y consensuaron que van a tener guardia policial y un móvil desde las 14 horas hasta las dos de la mañana siguiente. Desde la fuerza policial aseguran que no tienen hombres suficientes por eso no pueden poner custodia permanente.
El taxista, José Valiente dijo que los choferes de la terminal participaron de una reunión con el Jefe de la Unidad Regional VIII, Comisario Mayor Mario Hugo Pintos, de la Policía de la Provincia con asiento en San Vicente y le pidieron custodia policial en la terminal de ómnibus de esta localidad.
Luego de la agresión que sufrió un efectivo de la Gendarmería Nacional de civil el sábado pasado en la zona de pasajeros de la terminal de ómnibus, los choferes de taxis y otros trabajadores decidieron pedir que vuelva la custodia policial que dejó el lugar hace más de un año.
Como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, ese hecho encendió la alarma y volvió a imperar la intranquilidad de los trabajadores de la terminal sanvicentina. Hace unos tres años, un taxista fue abordado por dos maleantes en la terminal y luego apareció asesinado en el baúl de su auto en la ciudad de San Pedro. A raíz de eso decidieron recurrir a la fuerza de seguridad para ver si pueden recuperar la presencia policial en forma permanente en el lugar.
El Jefe de la Unidad Regional VIII recibió a representantes de los taxistas y entendió la intranquilidad que están pasando los trabajadores, según dijo Valiente, pero le hizo entender que no tienen suficiente personal para mantener una guardia permanente en el lugar.
Luego de un intercambio de ideas e intenciones, los taxistas le pidieron que la policía disponga una guardia por lo menos por doce horas, entre las 14 horas y las 2 de la mañana siguiente. “Desde las 14 y hasta las 2 de la madrugada son las horas más difíciles e inseguras en la terminal de ómnibus. Principalmente por la noche, que es cuando aparece gente desconocida por nosotros y muchas personas ebrias que quieren provocar problemas. Por eso aceptamos por lo menos que, en ese horario, esté la presencia policial en el lugar”, aclaró Valiente.
Luego del asesinato del taxista hace poco más de tres años, los trabajadores de la terminal incluyendo a los taxistas, pidieron presencia policial y cámara de seguridad. La policía designó a uniformados en forma permanente en el lugar y la municipalidad le dio un resguardo en un local del lugar. Pero hace un año, los uniformados no volvieron a ocupar el espacio y el lugar pasó a ser un comercio.
En el caso de las cámaras de seguridad, la provincia colocó una en la intersección de las calles Balbín y Juan XXIII, pero no puso en el interior del edificio como requerían los trabajadores. La cobertura de la cámara no alcanza el interior de edificio por lo tanto no cubre las necesidades de vigilancia que pretenden los trabajadores del volante. Y de ese tema no pueden hacer nada desde la UR-VIII de Policía, según les dijeron.