Los lunes es el día preferido de Gustavo: sale al aire su programa de radio. Desde las 15, y durante dos horas, hace de operador y conductor. Pasa su propia selección musical y charla sobre los temas del día con quien es su coconductor, Marcelo Benítez. Hablan de deportes y leen los portales digitales.
Hasta ahí es una dinámica natural que se da dentro de un estudio de radio pero Gustavo tiene una particularidad: fue diagnosticado con retraso madurativo y epilepsia cuando tenía tres años, pero ésto nunca lo frenó y hace seis años es todo un hombre de radio.
Gustavo López tiene 25 años y, por su condición, va acompañado de su mamá todos los lunes a la radio. Luego ella vuelve rápido a su casa, sintoniza la 97.5 y escucha orgullosa a su hijo que, entre su selección musical, incluye canciones que ella le pide.
“Tenía tres años y no hablaba y empezó con los ataques de epilepsia”, recordó su mamá, Elvira Stempel, a PRIMERA EDICIÓN.
“Lo llevé al neurólogo y le diagnosticaron retraso madurativo y epilepsia y empezamos el tratamiento”, agregó. También comenzó la escuela. Asistió, desde los tres años hasta los 16, a la Especial 9 de San Ignacio donde conoció a quien es hoy su coconductor, Marcelo Benítez. “Un día le preguntó si quería ir a la radio a trabajar con él y empezaron, sin tanto pensar. Le gustó la idea”, aseguró su mamá.
PRIMERA EDICIÓN lo visitó en el lugar donde se siente más a gusto: el estudio de radio. La misma es escolar, de la Normal 5 de esta ciudad, y se llama “La 5 en sintonía”. La escuela le abre las puertas todos los lunes para que dé rienda suelta a su pasión.
“Es mi trabajo”
El primer programa de “Gustavo DJ” salió al aire el 11 de marzo de 2013. Entonces hace seis años que, todos los lunes, Gustavo cumple con su programa. “Nunca faltó, es el fanático número uno”, dijo su mamá. “’Es mi trabajo’, dice y que no puede faltar”, agregó su hermana, Vanesa López.
“Me gusta mucho recibir a Gustavo porque viene con altísima alegría, con demasiadas ganas que las trasmite y motivan. Al margen de sus limitaciones viene con esas ganas de hacer el programa y pienso de qué nos quejamos el resto de nosotros. Realmente da gusto recibirlo, siempre viene bien, con muchas ganas y re contento”, aseguró el licenciado en comunicación social y profe de radio de la Normal 5, Marcelo Benítez.
Al principio “yo lo acompañaba en la locución y así empezamos el programa pero, sobre todo, pensando en esa posibilidad de que él pueda mejorar sus capacidades a través del uso pedagógico de la radio”, remarcó el “coconductor”.
Dos años después surgió la propuesta de que empiece a hablar en vivo. “Al principio no quería. Después se largó y ahora habla más que yo”, dijo el profe entre risas. “Él está en la operación técnica con un micrófono y yo estoy en la sala de locución con otro y de ahí entablamos una comunicación entre nosotros y con la audiencia”, explicó Marcelo.
Por el momento, el programa sale únicamente los lunes, pero no descartan la posibilidad de sumar un día más, todo dependerá de la grilla y la disponibilidad de tiempo de Gustavo y su mamá, que es quien lo acompaña a la radio. Ahora seguirán hasta fin del ciclo lectivo cuando cierra la radio por vacaciones y se retomará el programa ni bien la institución vuelva a abrir sus puertas el año próximo.
La radio, una herramienta
“Se dice, hace mucho tiempo, que la radio es una herramienta pedagógica y había que probarlo”, dijo Marcelo. Entonces se fijó en Gustavo, que “presentaba condiciones aptas para hacer el manejo de la operación técnica”. Como tenía dificultades para la expresión “arrancó haciendo sólo la operación técnica porque no tenía problemas para entender los conceptos de manejo de la consola o del programa de la computadora”, aseguró.
“Esta es una radio escolar y el objetivo de las radios escolares es colaborar en el desarrollo pedagógico de los alumnos y, como es una institución pública, tiene una fuerte inserción con la comunidad. Gustavo es miembro de la comunidad de San Ignacio y, así como él, pasaron otras personas usando este espacio”, contó Marcelo.
Hace ocho años que el profe está al frente de la radio y, en todo este tiempo, fue testigo de como es, realmente, una herramienta. “Los chicos desarrollan su oralidad, su expresividad, se sueltan, superan su timidez, pueden relacionarse mejor con sus pares. Varios de los que pasaron por acá tenían dificultades de inserción, desde los más retraídos hasta los más revoltosos, y fueron los primeros que se apropiaron del espacio. Hay un cambio actitudinal en la medida que ellos se sienten importantes”, destacó y agregó que “al estar frente al micrófono o simplemente pasando música desde la consola de sonido, pero al aire, les da responsabilidad, una cierta jerarquía, se sienten importantes”.
Estos avances se vieron también en Gustavo que “presentó un desarrollo en la locución importante porque al principio no se animaba pero ahora puede expresarse y hacemos en dupla la locución. Compartimos sentimientos, emociones, comentarios acerca de cómo está. Lo que puedo ver y comprobar es que el uso pedagógico de este medio en las escuelas es muy bueno para todos, pero sobre todo para los chicos que tienen dificultades. Es una herramienta pedagógica muy eficiente”.