¿Qué soy ¿qué creo que soy, qué me define? En un mundo donde está tan sobrevalorado el intelecto tendemos a creer que somos ideas.
Dese niños nos llenan de conceptos sin casi enseñarnos a reflexionar, ni qué hablar de los sentimientos que son los ¡mal vistos!
Toda nuestra infancia y adolescencia está cargada de conceptos ideas, definiciones y luego con el pasar del tiempo comenzamos creer que somos esas ideas.
Creemos que somos ideas y construimos nuestro mundo en torno a ellas y si algo o alguien nos muestra o demuestra lo contrario se produce un cataclismo.
Si hago identidad en mis ideas y ellas dejan de existir corro peligro porque dejo de ser y comienzo a luchar para sostener todo en su lugar, ese que creo que tiene que ser.
Lucho, fuerzo, impongo… es el miedo a mi propio apocalipsis lo que me lleva a luchar contra todo y todos para sostener mi estructura construida en base a esas ideas. Así puedo quedar prisionero toda una vida, pero si me animo soltar, si me animo rendirme, si me animo a dejar de sostener y acepto el vacío y la incertidumbre que el derrumbamiento de esas ideas me trae, me trasformo.
Si salto al vacío y acepto la muerte de esas ideas. ¡Mis ideas!, si acepto el vacío y la nada que él me trae seguramente me pueda reestructurar a misma y sentir ese vacío que no es tal, ese vacío que es el vacío creador de donde nace todo.
Justamente es allí, en ese vacío creador que puedo percibir mi núcleo, ese núcleo mayor desde donde todo ¡ES!!!
Lo que somos en esencia es estructurado en mi personalidad, pero “lo que es” está alojado en ese núcleo mayor y es tan grande que no se puede abarcar y es tan inmenso que solo al pensarlo o al ponernos en contacto con él, desborda justamente para librarnos de la personalidad, de lo que me aprisiona, de lo que pensamos que es, de lo que vinimos construyendo.
Un mundo de ideas, efímero, sutil… peligroso.
Somos más, mucho más y solamente al aceptar el desafío de soltar todo lo creemos que somos pero no somos, lo descubrimos.
Este es un camino solo para aquellos que están dispuestos a encontrar el verdadero yo… el todo mayor, la esencia Divina.
Sólo para aquellos que aceptan traspasar el morador en el umbral, solo para aquellos que aceptan vivir desde el interior, solo para esos la vida comienza a manifestarse desde otro espacio, mientras tanto…
Miramos al revés, hasta que podamos descubrir que dentro de nuestra vida hay otra vida.
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Patricia Couceiro
Consteladora
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