La acelerada urbanización y el crecimiento no planificado de la población urbana implica una fuerte presión sobre los recursos naturales, los espacios naturales disminuyen y se dividen en cientos de fragmentos, cada vez más pequeños y desconectados entre sí, sin embargo, si bien pierden parte de sus funciones ecológicas, siguen siendo de gran importancia.
La reserva Itá, “Piedra” en guaraní, está ubicada en la zona del balneario “El Brete”, frente a la costanera, la atraviesa el arroyo homónimo, que nace en la chacra 69 y desemboca en el río Paraná.
En medio de las obras de defensa costera que se llevaron a cabo en la zona se logró preservar dos hectáreas de espacio verde, silvestre, al que felizmente regresar muchas de las especies que habían encontrado un hogar en este curso de agua, además de recuperó gran parte de la flora.
Actualmente habitan aquí más de cien especies de aves y alrededor de cuarenta variedades de peces. Además de insectos, cuises, coipos, carpinchos y lagartos overos entre otros animales.
Este espacio es de acceso libre y gratuito. Así que no hay excusas para no disfrutarlo.
Otra posibilidad para dejarse llevar por la magia de la naturaleza, y muy cerquita, es Rincón Nazarí, que se aboca a crear conciencia ecológica en la comunidad, inculcar en los niños los hábitos de la observación de las maravillas que la biodiversidad de la provincia entrega, la interrelación entre animales, insectos, pájaros, plantas, árboles, etc y, simultáneamente, estimula en los jóvenes el desarrollo de las técnicas de la concentración, de la recolección de datos, de la coordinación ojo-mano, de la percepción del tiempo, de las matemáticas simples, del estudio y de la comparación, del trabajo en equipo, entre otros.
“Si buscas la felicidad, no busques la propia, busca las de los demás y llegarás a la tuya” es la filosofía de la Asociación Civil que tiene sus puertas abiertas en la calle Brasil 3409 para quienes buscan un “oxígeno diferente”.