El profesor Diego Lujan Sartori (60) lleva a la literatura en lo más profundo de su ser. Cuando habla de sus obras literarias, se puede sentir como fluye de su interior esa pasión que no es más que el amor por sus libros.
Nació en Leandro N. Alem y como muchos maestros de la Capital de la Alegría llegó muy joven a San Vicente a ejercer la profesión y a radicarse definitivamente en la “tierra” de la Madera.
Con 18 años pudo demostrar que su vehemencia por la literatura tenía un futuro promisorio. Ganó un concurso con un poema de su autoría. Luego logró más reconocimientos, como “Timbo Cultural”, en el año 2000, concedido por el Centro de Arte y Cultura de San Vicente; y “Vencejo de Plata”, otorgado por la Municipalidad de Puerto Iguazú, entre otros galardones.
Doce obras de poemas, reseñas y cuentos hoy son parte de las bibliotecas de muchos lectores de la provincia y también de otros muchos puntos del país, que supieron adquirirlos.
Algunos de sus títulos llevan su tercera edición como “Poemas”, editado en 1982, y ¿Qué te Cuento? su primer título que contó su edición número cuatro.
Sartori ocupa el cargo de Supervisor Escolar de Enseñanza Primaria, que consiguió por Concurso de Antecedentes y Opciones con el mejor promedio de la provincia. Es además Delegado de la
Sociedad Argentina de Escritorios, Filial Misiones, en San Vicente. Como periodista, fundador y director de los periódicos Tarumá y El interior.
Apostar…
Arribó a San Vicente en 1978 y desde entonces ocupó distintos cargos políticos, pero nunca dejó de lado su profesión de maestro.
Fue director de varias escuelas de esta localidad donde dejó su huella estampada en los alumnos y en la comunidad.
Sartori contó que “desde adolescente me gustaba escribir poesía, al punto que en tercer año llegué a hacer un examen de historia en forma de poesía. El profesor me felicitó, me puso un diez y dijo que era la primera vez que veía algo así. Desde ahí me puse a escribir con más rigor académico y ahí fue cuando comencé a recibir premios por la literatura. Mi primer premio fue a los 18 años, en un concurso literario, y de ahí no me dejaron participar más en los concursos”.
De muy joven pudo cumplir con la misión de publicar un libro. “Con 23 años publiqué mi primer libro de poesía, siendo mi madrina la profesora Teresa Morchio de Passalacqua, la madre del actual Gobernador. Fuimos los creadores de la Feria del Libro de Oberá. Ella en ese tiempo me llevaba a todos lados y me presentaba como un futuro promisorio de la poesía y la literatura. Eso fue allá por 1982/1983”.
Además, supo recopilar datos y hacer de historiador de la Capital Nacional de la Madera. Escribió un libro sobre la historia local y tiene otro a punto de ser impreso. “Cultivé mucho sobre la historia así fue que escribí, por ejemplo, ya estando en San Vicente ‘Apuntes para la Historia de San Vicente’, en el año 1994. Ahora tengo listo para imprimir “Efemérides de San Vicente, fotos y testimonios de pioneros”. Está terminado pero estoy juntando el dinero para la impresión. No quiero tener padrino porque quiero tener los derechos. Si me paga un tercero, pierdo la posibilidad de ser el vendedor. Allí tengo la participación de más de mil personas entre entrevistas inéditas a pioneros, algunos ya fallecidos, y fotos”.
Dos de sus libros serán distribuidos en las escuelas locales para ser utilizados para tareas didácticas de los alumnos. “Tengo dos libros de poemas terminados que se van a repartir en las escuelas para que se lean y estudien con ellos”. Uno es “Poemas entre Amigos” y “Honorio Necio, perdió a su sombra”, este último escrito en honor a su padre.
Sortear pruebas, abrirse camino
Los escritores deben pelear para poder publicar y vender sus libros. Para Sartori parece que no es un escollo, y asegura que le va bien en la venta. “En la literatura siempre hay que estar luchando para escribir y para vender el producto. Tengo una gran ventaja con respecto a otros escritores que conozco. Comercializo muy bien mis libros. Hago exposiciones y los vendo muy bien. No sé si soy buen escritor o buen vendedor. Es difícil vender libros de poesías pero los que publiqué los vendí muy bien. Tengo una actitud positiva. Estoy por hacer exposiciones en El Soberbio, San Pedro y Bernardo de Irigoyen, en todos los lugares que voy, vendo”.
Ser maestro es su principal actividad, pero practica otras aficiones que lleva en el alma. “Soy maestro, trabajo desde que me recibí y es lo que más me gusta hacer. Amo esta profesión. Pero también me gustan hacer trabajos de manualidades. Mi madre fue maestra de labores y de ahí saqué la habilidad de hacer cosas manuales. En casa tengo una carpintería y me dedico mucho a eso. También tengo un pequeño taller de impresión, me gusta mucho la gráfica. Hago mucha talabartería. Todo lo que es cosa de cuero y cuerina, diseño y confecciono cosas, pero sólo para mí, mi familia y mis amigos. Son hobbys que tengo”, confió Sartori, quien se casó con Irene Carmen Renn y tuvo tres hijos: Carolina, Pauli y Facundo.