Efectivos de la comisaría Primera, de Investigaciones y de la Unidad Regional V de la Policía provincial buscaban a la banda que, al decir de las víctimas, era oriunda de Paraguay, según el acento que escucharon en pleno golpe.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la pesadilla se inició alrededor de las 22 del último lunes en una despensa de la calle Horacio Quiroga al 500 de Puerto Iguazú, a unos 200 metros de la ruta nacional 12, sobre el principal acceso a la ciudad.
El dueño del lugar, de 45 años, su esposa de 38 y tres clientes se encontraban en la escena cuando los cuatro maleantes irrumpieron a cara descubierta y, con marcado acento paraguayo, amenazaron de muerte a los presentes.
Los cuatro se encontraban armados, según el testimonio que luego aportarían las víctimas. Dos de ellos tenían armas largas tipo escopeta, mientras que los otros dos poseían armas cortas.
Bajo amenazas de muerte, los acusados se alzaron con la recaudación de la despensa, de entre 40 y 50 mil pesos, tras lo cual escaparon de la escena a la carrera, según las propias víctimas.
Alertados por el hecho, efectivos de la comisaría seccional Primera y de la UR-V montaron un operativo que contó con la participación de cuarenta uniformados, quienes se dividieron la zona en busca de los autores y elementos que permitan llegar a ellos.
Esa labor arrojó un primer resultado positivo a unos cien metros de la despensa asaltada, donde los policías encontraron un casco negro oculto en un sector de malezas. Se presume que habría sido utilizado por los maleantes.