En algunos sectores, el ancho curso quedó reducido a canalones donde los peces quedan a merced de los depredadores, gente que no puede o no quiere dimensionar el daño que están causando al ecosistema. Y que también para ellos tendrá impacto más temprano que tarde. Pan para hoy, hambre para mañana.
Los habitualmente celosos inspectores de Flora y Fauna parecen estar sintonizando otro canal. Los controles desde hace algún tiempo se limitan a perseguir a los turistas para saber si compraron la licencia de pesca y los precintos.
Esos funcionarios públicos deberían saber que los amantes de la pesca que recorren cientos de kilómetros para disfrutar de una pasión, difícilmente sea depredadores. En Corrientes, una provincia donde la pesca es uno de los principales atractivos turísticos junto al Iberá, están matando a la gallina de los huevos de oro y a nadie parece importarle.
Después de la catarsis, amigos pescadores, los datos que llegan a Río Arriba son más que alentadores. En Ituzaingó aparecieron las bogas grandes encarnando con maíz y ceboí. Ejemplares de hasta 4,5 kilos fueron sacados en la zona de “la tacuarita”. Habrá que tener paciencia, porque también hay muchas que son chicas y no dan la medida mínima, nos reportó J&J Excursiones. Además, en la zona conocida como “el banquito de arena” se dieron algunos pirá pará encarnando con ceboí, anguila y mamachas. En este pesquero el caudal tuvo un repunte y se mantendrá hasta el fin de semana por la constante operación de la exclusa de navegación de Yacyretá.
Un poco más al sur, en Itá Ibaté, Ernesto Brenn, nos contó que el río sigue bajo y se están dando buenas capturas de surubíes, una constante en este paraíso pesquero. En a zona de los silos, piedra blanca y la Isla del Tigre, bogas y salmones encarnado con maíz y sábalo. Algunas capturas superan los cuatro kilos.