“Rompiendo el silencio”: jóvenes que buscan concientizar a otros jóvenes

La Iglesia Adventista del Séptimo día llevó adelante el sábado a lo largo y ancho del país una jornada de prevención contra la violencia de género y el uso indebido del alcohol y las drogas, que este año llevó el lema “Rompiendo el Silencio” y que en San Vicente se concretó con una charla de concientización en el teatrino “Alberto Duarte” y una marcha con pancartas por la avenida Libertador.La iglesia Adventista del Séptimo Día tiene mucha ascendencia en la sociedad sanvicentina, donde el grupo de jóvenes “Los Querubines” realiza y acompaña jornadas que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente, la niñez, la juventud y las malas decisiones.Desde hace unos años, el último sábado de agosto, esta comunidad invita a una jornada por la prevención de la violencia de género y contra el uso indebido del alcohol y las drogas. Además, en cada comunidad se  organizan charlas y otras actividades para concientizar a la sociedad sobre estos flagelos que la destruyen día a día.Así, con el lema “Rompiendo el Silencio” alertaron a la sociedad a no callarse ante estas problemáticas sociales que van creciendo. Y, para concientizar, más allá de los credos religiosos, repartieron volantes con los teléfonos útiles y gratuitos para encontrar ayuda a cada una de estas problemáticas. También explicaron que “es fundamental combatir el uso del alcohol y otras drogas cuando se quiere luchar contra la violencia doméstica. Es que entienden que “son principales factores de destrucción de las relaciones entre padres e hijos y matrimonios”. “Si tiene dificultades para abandonar el consumo de alcohol ¡busque ayuda!” y “si conoce alguien que tiene estas dificultades ¡ofrézcale apoyo!”, fueron algunos de los mensajes.La jornada se realizó con una nutrida presencia de público, la mayoría integrantes de esta comunidad religiosa. Luego de la charla se inició una caminata por la avenida Libertador; primero por la margen derecha, hasta la “plazoleta de la Biblia” y después por la otra mano. De allí marcharon hasta Moreno, donde está ubicada la “plazoleta de la Juventud” y volvieron al teatrino. En su camino entregaron también una revista institucional con entrevistas y notas sobre la violencia de género y el consumo de drogas y alcohol.