Hoy en día se sabe la importancia de mantener el equilibrio entre nuestro cuerpo emocional, mental y físico, ya que lo que pensamos afecta directamente nuestra salud.
La meditación y otras técnicas de atención plena, o relajación meditativa pueden generar muy buenos beneficios para calmar la mente y regular la respuesta del cuerpo al estrés.
Hay pruebas también de que la meditación puede provocar cambios en las estructuras cerebrales que influyen en el cuerpo físico, provocando cambios en la corteza cingulada anterior y en las áreas de la corteza somatosensorial del cerebro, lo que disminuye la sensibilidad al dolor.
Las investigaciones demuestran que la práctica de la meditación puede generar cambios también en la amígdala (respuesta de lucha o huida), lo que ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y la presión arterial del cuerpo.
Una técnica llamada meditación con imágenes guiadas puede ayudar a conciliar el sueño.
Se ha demostrado que cuando se visualizan imágenes guiadas, el cuerpo reacciona de forma similar a como si estuviera realizando físicamente la actividad que se está imaginando.
Las imágenes pueden ayudar a disminuir el dolor, ansiedad, las emociones estresantes y mejorar el sueño.
La salud mental y los niveles de estrés también son importantes para mantener la salud del corazón. El sistema nervioso simpático se activa con el estrés en el cuerpo. La práctica de la meditación y respiración puede disminuir la actividad del sistema nervioso simpático, lo que ayuda a bajar la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Sabiendo esto, les dejo un ejercicio muy sencillo para practicar en este momento.
Ahí donde están, cierren los ojos y presten atención a cómo están respirando. Solamente eso.
Los pensamientos van a venir, la incomodidad también, pero solo vuelvan a sentir y observen la respiración.
Van a ver cómo se va calmando la mente y el cuerpo comienza a relajarse. Mantengan la atención solamente en la respiración y lo que sienten, sin hacer juicios.
La mejor forma de ocuparnos de nosotros es sintiendo la tensión que acumulamos en el día.
Ahí es donde podemos actuar sobre lo que nos hace mal y, de a poco, ir acostumbrándonos a tomarnos unos minutos para parar el ruido mental y conectar con nuestro cuerpo.
Nuestra salud será el regalo de esta práctica.
Bendiciones.
