15 septiembre, 2020
La aparición de la pandemia dio un vuelco considerable a la comercialización de piscinas. Por lo general los clientes solicitaban la construcción de estos espacios recreativos en noviembre o diciembre, cuando las altas temperaturas se tornaban insoportables. Con la llegada del COVID-19, y ante la imposibilidad de programar vacaciones, los pedidos comenzaron a multiplicarse en el mes de junio.