SAN PEDRO. Silvio Leal tiene 26 años y es uno más de los cientos y cientos de niños y adultos que en Misiones fueron gravemente afectados por el uso de agrotóxicos en los cultivos. Tiene columna bífida (mielomeningocele) e hidrocefalia, que le trajo como secuelas retraso madurativo y mental.Vive con su familia en Colonia Paraíso, a quince kilómetros de San Pedro, y concurre a la escuela especial de San Antonio. Debería ir tres veces por semana, pero sólo va cuando lo busca la camioneta municipal -de San Pedro- ya que su padre no cuenta con vehículo propio. El principal impedimento es que no tiene una silla de ruedas decuada a su talla y peso. Actualmente utiliza una fabricada por su padre con pequeñas ruedas de madera. No tiene pensión por discapacidad ni ningún tipo de ayuda oficial, con lo que la posibilidad de comprar una es lejana, sino imposible.Desde la “Fundación de ayuda a las familias afectadas por agrotóxicos”, Raúl Godoy hizo extensiva la convocatoria solidaria a toda la comunidad para conseguir la silla de ruedas. “La gente es muy solidaria, siempre aparece lo que se está necesitando y hay muchos afectados”, dijo a PRIMERA EDICIÓN. Para colaborar: (03755) 15664629.
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