MADRID, España (AFP y Agencias). Rajoy salía de una sesión en el Parlamento y al fondo del pasillo se agolpaban los periodistas. Rodeado de su círculo de confianza, el presidente se acercó hasta ellos, pero quedó paralizado ante la agitación de la prensa. Se quedó pensando unos segundos, hizo un gesto para avanzar, pero se detuvo. Ahí le llegó una pregunta: “Señor presidente, ¿puede darnos un mensaje de tranquilidad ante la caída de la Bolsa y la situación económica?”. Parecía que Rajoy iba a hablar, pero al final sólo dijo: “Por favor”. Entonces dio un paso atrás y dio la vuelta, para dirigirse hacia los ascensores que lo llevaban al aparcamiento del edificio. Ayer el presidente procuró corregir su actitud del día anterior y tras una comparecencia en la Congreso de los Diputados se dirigió a la prensa para dar declaraciones durante tres minutos. “Ya lo he reiterado en numerosas ocasiones, es una situación muy difícil”, dijo. Hay que “actuar con inmediatez”, aseveró, aunque al mismo tiempo reconoció que la política económica del Gobierno es “dura” y “costosa”, y que no producirá efectos “en el corto plazo” aunque, a juicio de Rajoy, “es lo que hay que hacer”. Tras estas declaraciones, el presidente español dio por finalizado el encuentro.
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