POSADAS. El hombre de 56 años que permanece privado de su libertad, sospechado de rociar y quemar con nafta a su mujer, intentó quitarse la vida en una celda de la comisaría seccional Octava de esta ciudad, razón por la que el defensor oficial Marcelo Ozuna pidió asistencia psicológica para su defendido, según confirmó el abogado a este diario.El detenido está imputado, no procesado, por el delito de “homicidio” en una causa que se instruye en el Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón.Ozuna confirmó la versión en una entrevista mantenida con este diario: “Él me comunicó que quiso quitarse la vida por todo lo que está viviendo. Por eso hemos pedido que se le brinde asistencia psicológica”, señaló el letrado.El defensor también indicó que pedirá la citación a declaración testimonial del responsable del procedimiento policial. “Resulta fundamental que explique si mi defendido tenía lesiones visibles en algún sector del cuerpo cuando llegó la Policía, porque en el informe indicó que no pero el hombre tenía quemaduras en ambas manos cuando prestó declaración indagatoria. Y eso me consta”, expresó.El planteo de la defensa no es casual. Tiene un trasfondo ligado estrechamente con la estrategia defensiva y lo que declaró el sospechoso. De que él no tuvo nada que ver con el luctuoso episodio que involucró a su mujer y que hasta intentó apagar las llamas con sus manos, resultando con quemaduras en ambas.En otro orden de cosas, trascendió antes de ayer que el juez de la causa, Fernando Luis Verón, ofició el allanamiento al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga con el objetivo de secuestrar la historia clínica de la paciente, que ingresó a ese nosocomio la noche del lunes 19 de marzo.Lamentablemente, no soportó las secuelas y pereció el domingo 25 en el sector de cuidados intensivos.Increíblemente, en un proceder por el que alguien deberá responder, el cuerpo de la víctima fue inhumado sin practicársele la correspondiente autopsia.En este contexto resulta prácticamente imposible determinar la causa del deceso y si las lesiones que presentaba eran compatibles con el obrar de un suicida o de un homicida.Al menos por el momento no se abrió ninguna causa contra algún funcionario por incumplimiento de sus deberes, según pudo establecer este diario. Hallaron una huella de élFuentes de la investigación indicaron que los peritos “recogieron” una huella dactilar del sospechoso en el bidón que contenía el combustible con el que rociaron y quemaron a Ramona Isabel Benítez la noche del lunes 19 de marzo.No obstante, se mostraron cautelosos a la hora de hablar de responsabilidades. “Puede ser una huella anterior al episodio porque, según manifestó el hombre, se dedicaba a cortar pasto con una desmalezadora a nafta. Además, por la superficie aceitosa del recipiente, una huella de estas características puede permanecer varios días en ella”, señaló un perito consultado por este diario.No trascendió si en el bidón se hallaron huellas de la mujer.
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