OBERÁ. La preocupante falta de agua en esta ciudad, que provocó diversos cortes durante el verano y que todavía sigue generando inconvenientes en la normal prestación del servicio, determinó la ratificación de la emergencia hídrica en forma permanente por parte del Concejo Deliberante local.Fue ayer, en la sesión ordinaria del Legislativo obereño, cuando el tema fue tratado sobre tablas. El pedido fue presentado por la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CLO), prestataria del servicio.Los ediles se remitieron a una ordenanza aprobada ya en 2009, en la que se declaró la emergencia hídrica, por lo que ratificaron la norma y la volvieron permanente.Es que en la actualidad, como lo publicó recientemente este diario, el 70% del agua que consumen los obereños depende del arroyo Ramón, que debido a la falta de lluvia disminuyó considerablemente su caudal, por lo que desde la entidad eléctrica debieron volver con los cortes rotativos.“Se avizoraba un verano seco por la corriente de La Niña, por eso tenemos diversos inconvenientes con la provisión de agua. Hay una ordenanza sancionada en el año 2009 que declara la emergencia hídrica y no cesó, porque no se le puso límite, ya que la emergencia en Oberá es permanente, la problemática del agua es una realidad que tratamos de superar”, indicó el presidente del Concejo Deliberante, Daniel Behler.Aunque el titular del cuerpo manifestó que está “vigente”, de todas maneras durante la sesión se ratificó la norma. “Tenemos que hacer un llamado de atención y concientización para que la gente entienda la problemática”, advirtió.La lluvia de los últimos días no fue suficiente para que el arroyo Ramón recuperara su caudal, por lo que la cuestión sigue siendo “preocupante” y desde la CELO pidieron que el líquido vital sea utilizado para lo esencial y continuarán con los cortes rotativos si la situación lo requiere.Algas en el UruguayPor otro lado, la bajante en el caudal río Uruguay provocó la aparición de algas acuáticas, una problemática que viene preocupando a los vecinos de las zonas ribereñas hace bastante tiempo.El gerente del servicio de Agua Potable de la CELO, Julio Ansín, dijo que “hay algas, cuando hay una bajante importante en el río el agua se aclara, queda muy transparente y aparecen las algas, que se reproducen porque tienen buena temperatura, además, al ser transparente el agua deja pasar la luz, lo que permite que las algas crezcan”, explicó.Por ello se modificó “el sistema de filtración en la planta de agua de Puerto Panambí, donde brindamos el servicio, lo que se hace es retirar las algas a través de los filtrados, la única forma de sacarlas es con un buen filtro. La contaminación que pueden tener es cuando se las mata o se rompen, pues largan su veneno, pero si no tendemos a matarlas no hay problema y este sistema hace que el alga siga en el agua y no largue veneno, entonces no hay problema. Pero tenemos un control de laboratorio, no sólo el propio, sino que semanalmente se mandan muestras al laboratorio central de Corrientes, ellos monitorean el río en las localidades ribereñas”.
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