Sandra Gularte lució el colorido de “Libertango” en la Ciudad de la Luz

POSADAS. Por primera vez, la artista Sandra Gularte presentó su muestra “Libertango”, en la ciudad más añorada por muchos pintores: París (Francia). Desde el 4 al 24 de febrero último, los cuadros de la artista, de Misiones, se lucieron en la Galería “L’Alcôve” en una exposición conjunta con el artista franco español Fermín Femenia Franco.     Luego, la muestra se trasladó al Café “Moderne”, de París, y estuvo abierta al público desde el 18 de marzo hasta ayer.De regreso en Posadas, Sandra Gularte compartió con PRIMERA EDICIÓN esta inolvidable experiencia de haber presentado su arte en homenaje a Astor Piazzolla en la Ciudad de la luz y se refirió a la intensidad de la movida artística parisina. Durante su estadía, aunque a veces con 9 grados bajo cero, Sandra visitó lugares extraordinarios y de inconmensurable riqueza histórica como el Museo de Louvre, galerías de arte y el Centro Pampidou, donde pudo tener frente a sus ojos obras de artistas de la talla de Kandinsky. También visitó la Plaza de los Pintores, entre otros fascinantes sitios y el ícono por excelencia, la Torre Eiffel. “París es una ciudad hermosa, todos los barrios que he visitado tienen una edificación antigua, es como siempre estar caminando en otro siglo. Sin embargo, dentro de la arquitectura antigua son muy modernos en cartelerías de publicidad digitales, todo electrónico”, expresó  Gularte y luego se refirió a la recepción de su muestra por parte del público francés. “Con los franceses que he conversado y que asistieron a la exposición de ‘Libertango’ les ha llamado la atención lo colorista de mis pinturas, la fuerza de los colores”, destacó.Un aspecto llamativo que  vincula al arte con la cotidianeidad de la gente es que “en todos los barrios hay galerías, es parte de sus vidas cotidianas, así que inaugurar una exposición aquí es parte de lo frecuente”, comentó Gularte, quien detalló su itinerario por la ciudad.  “Pude visitar muchas galerías, también el Museo del Louvre, en el antiguo Palacio Real del Louvre, y el Centro Pompidou, el edificio es de un estilo que fue muy innovador en los años 70, cuadrado, de estructura industrialista, y con los elementos funcionales, conductos, escaleras, etcétera, visibles desde el exterior. El Centro Pompidou tiene cinco pisos, cuatro de exposiciones permanentes de artistas contemporáneos y el quinto piso con exposiciones temporarias, que vi y me encantó la propuesta: “Danza de la Vida”. Al respecto de esta muestra que visitó, Gularte amplió que ‘Danza de la Vida’ dedica una exposición a los vínculos entre las artes visuales y danza, con el diálogo arte coreográfico. La danza, ‘una manifestación visible de la vida’ es ‘este momento fugaz en que te sientes vivo’, está rodeado por una constelación de artistas, renovando el concepto de una obra de arte total”, expresó admirada la artista. “También, visité un edificio donde viven distintos artistas visuales llamados ‘Okupas’, se trata de un grupo de artistas que pagan 130 euros al mes a la Municipalidad (para estar allí). Es que allá ya no hay más lugares para hacer un taller de arte, entonces han buscado alternativas primero ocupando edificios antiguos desocupados”, explicó Gularte. Otro aspecto que captó la atención de Sandra Gularte durante su viaje fue que “lo que se valora también de París es como todo está cuidado por el Estado, desde los hospitales públicos con alta tecnología, los subtes con calefacción, las plazas públicas con bellos juegos infantiles, el cuidado de la ciudad” y para finalizar resaltó que “la gente que vive allí es muy amable y con costumbres muy formales”.  El tango, el abrazoLa muestra pictórica “Libertango”, que la artista Sandra Gularte presentó en París, estuvo inspirada en el 2X4 y en honor a Astor Piazzolla, con colores característicos de Misiones. A la hora de referirse a la propuesta que llevaba a Francia, Gularte había manifestado a este diario que “el tango es como el abrazo que necesitamos. Un único código compartido por la pareja, en complicidad, donde no puede haber transgresores, ni externos ni internos; no se puede ni siquiera hablar. Al bailar no importa lo anterior, ni lo futuro. Un abrazo en un tango condensa esa energía… el misterio está en el abrazo”.