RÍO DE JANEIRO, Brasil (Diarios Digitales). Impulsado por su nuevo peso económico y por su deseo de darle mayor proyección a su influencia internacional, Brasil está en pleno proceso de renovación de sus fuerzas armadas, para garantizar la defensa de su territorio y la protección de sus recursos naturales.“Un país que aspira a tener dimensión internacional tiene que tener en las fuerzas armadas un ejemplo de su capacidad. Es imprescindible disminuir nuestras vulnerabilidades, modernizar los medios operativos e integrar cada vez más las tres fuerzas”, destacó la presidenta Dilma Rousseff el año pasado, al ratificar el rumbo pautado por la Estrategia Nacional de Defensa (END), aprobada en 2008, durante el gobierno de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva.La END estableció como ejes la reestructuración de las fuerzas armadas, la reactivación de la industria de defensa y la recomposición de los efectivos militares, que hoy llegan a 319.427 hombres y mujeres en las tres ramas.Así, en 2010, bajo la supervisión del entonces ministro de Defensa Nelson Jobim, se creó el Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, a cargo del general José Carlos de Nardi, y se comenzó a diseñar el ambicioso Plan de Articulación y Equipamiento de Defensa (PAED), que el actual ministro, Celso Amorim, y De Nardi presentarán al Congreso en las próximas semanas.Si bien varios de sus proyectos ya están en ejecución, el PAED se extiende por los próximos veinte años, con unos gastos de inversión en armamento y equipos estimados entre 30.000 y 35.000 millones de dólares.“Brasil está saliendo de una situación de abandono de sus fuerzas armadas y cuando completemos nuestro plan tendremos una capacidad adecuada para la que es la sexta economía del mundo, tal vez la quinta para entonces”, señaló a LA NACIÓN el general De Nardi.Entre las iniciativas que ya están en marcha, en el ámbito de la marina se destaca la fabricación de cuatro submarinos diésel-eléctricos convencionales y del primer submarino a propulsión nuclear de Brasil. Asimismo, se sumará toda una nueva flota de superficie, con la adquisición de cinco nuevas fragatas de 6.000 toneladas, la construcción de cinco buques patrulla de 1.800 toneladas y de otros cinco de 500 toneladas.Estos nuevos navíos estarán destinados a proteger los 7.491 kilómetros de costas, la cuenca del río Amazonas y la llamada “Amazonia Azul”, los ricos yacimientos petrolíferos descubiertos recientemente.
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