CARACAS, Venezuela (Diarios Digitales). Hugo Chávez, de repente, volvió a ser un mortal. Un hombre que añora la compañía de su familia y que siente temor de Dios ante la inminencia de la muerte, tras ser diagnosticado de cáncer en junio de 2011. Diez meses después de haber comenzado un ciclo de cirugías, quimioterapias y radioterapias para curar una enfermedad sobre la cual no ha querido aportar detalles clínicos, el presidente venezolano le pidió a Cristo, entre lágrimas y ante las cámaras de televisión: “No me lleves todavía”. Además de la reaparición reciente de un tumor y de las hospitalizaciones cada vez más frecuentes en Cuba, ese es el síntoma más elocuente que mostró hasta ahora sobre la gravedad de su salud.Poco antes de la medianoche del miércoles, Chávez volvió a Caracas tras cuatro días en La Habana para recibir cinco sesiones de radioterapia. Al día siguiente, viajó a su estado natal, Barinas, donde viven sus padres y gobiernan sus hermanos. Su familia preparó una misa para, en la que el propio Chávez le pidió a Cristo: “Dame vida, aunque sea vida llameante, vida dolorosa, no me importa (…) Dame vida porque todavía me quedan cosas que hacer por este pueblo y por esta patria. No me lleves todavía, dame tu cruz, dame tus espinas, dame tu sangre, que yo estoy dispuesto a llevarlas, pero con vida”. En primera fila del oficio, su madre, doña Elena, se enjugaba las lágrimas con un pañuelo blanco y dos de sus hermanos, Adán y Aníbal, hacían esfuerzos por no llorar.Nunca se le ha visto al comandante tan cercano a su familia y a los altares como desde que se supo enfermo. Chávez, divorciado de Marisabel Rodríguez en 2002, gobernó en solitario durante los últimos años y dijo que su destino es estar casado con la revolución. También procuró no retratarse en grupo con sus hermanos menores, vinculados desde 2008 a escándalos de supuesto enriquecimiento ilícito y corrupción que permanecen archivados en la Fiscalía General de la República.Desde junio de 2011, eso cambió. Cada vez con más frecuencia Chávez aparece en público con sus padres, doña Elena y Hugo de los Reyes; sus tres hijas, María Gabriela, Rosa Virginia y Rosinés; sus cuatro hermanos menores, Narciso, Argenis, Aníbal y Adelis; y su hermano mayor, Adán, que amenaza con tomar las armas si Chávez se tambalea en el poder.
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