RÍO, Brasil (AFP y Agencias). El valor de los edificios de Río de Janeiro aumentó un 15% y subieron las ventas. Se debe a la pacificación organizada por la Policía y los militares, que expulsaron a las bandas criminales y al narcotráfico.Las favelas cercanas a las zonas nobles de Río de Janeiro viven una explosión inmobiliaria y comercial desde que las autoridades expulsaron a las bandas de narcotraficantes y comenzaron a pacificar estas barriadas. Rocinha y Vidigal, vecinas de barrios acomodados como Leblón, Gávea y San Conrado, son el ejemplo de este desarrollo, constatado por un estudio del Instituto Brasileño de Investigación Social. El informe, publicado en marzo, muestra cómo los comercios aumentaron sus ventas un 26% desde que se instalaron comisarías de Policía en la zona. También gracias a las “pacificaciones” de estas barriadas, como se llama coloquialmente a la instalación de Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) en el interior de las favelas, los precios de compra-venta y de alquileres superan ya en muchos casos los de barrios tradicionales de la ciudad. Todo comenzó a finales de 2008, cuando el Gobierno regional empezó una campaña de “reconquista” de territorios hasta entonces dominados por narcotraficantes, que aprovecharon el abandono del Estado durante décadas para operar libremente en esas zonas. El arquitecto Helio Pellegrino, por ejemplo, compró un terreno en Vidigal, favela aledaña a Leblón, uno de los barrios con el metro cuadrado más caro de toda Sudamérica, cuando los “arcos” aún campaban a sus anchas.
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