MOJÓN GRANDE. “La instalación eléctrica es un desastre, los chicos corren riesgos, hay muchas descargas. Como madre, al revés de lo que tendría que ser, no estoy tranquila hasta que mis hijos vuelven a casa”. La voz de la madre de un estudiante de la Escuela Nº 193 “Andrés Guacurarí” de esta localidad, resume la gran preocupación de toda la comunidad educativa ante el deterioro del techo del edificio, que en 2009 sufrió roturas a causa de una fuerte tormenta.La exclamación suena también a un trágico presagio, que padres y docentes ruegan no se cumpla y luchan por evitar gestionando hace ya tres años los arreglos correspondientes, prometidos y nunca cumplidos por autoridades municipales y provinciales. “La instalación eléctrica se encuentra en un estado realmente precario y eso genera un gran riesgo para los alumnos”, manifestó a PRIMERA EDICIÓN Laura Isabel Muzalsky, directora del establecimiento. Tres años sin reparación Mientras Muzalsky y algunos padres y madres recorrían el edificio señalando las falencias a un periodista de este matutino, indicó: “Hemos llevado a cabo las necesarias gestiones, algunas en conjunto con el intendente y ante autoridades provinciales. Ya han realizado las inspecciones correspondientes y afirman que el proyecto de realizar el cambio total del techo y su estructura, que es lo que se necesita, ya está aprobado pero sigue pasando el tiempo y la obra no se concreta”, remarcó. Según recordó la docente “en el transcurso de 2009, una fuerte tormenta provocó que gran parte del techo de la escuela se desprendiera. Como consecuencia cada vez que llueve se producen filtraciones de agua, filtraciones que, pasados ya casi tres años, han generado un total deterioro de la madera de la cabreada, por lo que actualmente es necesario un reemplazo total de la estructura del techo y por supuesto del techo mismo”.“Nos dicen que tengamos paciencia” Padres y madres de la comunidad educativa ratificaron a este matutino lo dicho por la directora. “Ya hemos realizado varios reclamos, siempre nos dicen que ya están por venir, que nos quedemos tranquilos, que tengamos paciencia, pero han pasado tres años, no queremos más versos”, aseveró Laureano, uno de los padres.Beatriz, madre de una alumna que cursa el séptimo grado, recordó que “mi hija estaba en cuarto (grado) cuando vino la tormenta, ahora ya está por terminar la primaria y todavía no arreglaron el techo ¿Por qué no vienen?¿Porque estamos en un pueblo chiquito?”, arriesgó como respuesta. “Yo me siento discriminada -continuó-. Si esto pasara en Posadas enseguida estarían arreglando, pero claro, acá no hay cámaras de televisión y sino fuera por ustedes nadie se entera lo que pasa en Mojón”.Fuertemente preocupada por la situación, agregó que “como madre de familia le pido a nuestras autoridades, a nuestro Gobernador (Maurice Closs), que se fije, que tenemos los mismos derechos que todos, que nuestros hijos no pueden concurrir a esta escuela donde ya corre peligro de caerse el techo. Y, si es verdad que el proyecto está aprobado, que vengan y lo hagan de una vez, que se pongan en nuestro lugar”, enfatizó mientras el grupo de padres asentía con un gesto.Combo de problemas sin solución“También sufrimos faltante de agua, por suerte a través de la Municipalidad conseguimos un tanque adicional, como reserva, ya que con lo que teníamos era insuficiente”, destacó Muzalsky.Los padres y madres también mencionaron un repetido hecho en las escuelas del interior, la falta de portero, en este caso lo sufren desde hace más de dos años por encontrarse con licencia médica la titular del cargo, y que debido a eso la cooperadora escolar ha asumido la responsabilidad que le corresponde al Estado y por lo tanto se obliga a reunir los fondos necesarios para costear los gastos de limpieza. Actualmente cada familia aporta diez pesos por mes para dicha tarea.
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