POSADAS. Un viejo axioma policial reza que “el tiempo que pasa es la verdad que huye”. Una frase de cabecera para los investigadores que se adapta a la perfección en determinadas circunstancias. En este caso, a la pesquisa que analiza el accionar de una patrulla de la comisaría seccional Primera de San Vicente, sospechada de excederse en sus funciones al intervenir en el supuesto robo de madera nativa en el establecimiento forestal del IPS, en ese municipio.El episodio se produjo la noche del lunes 19 de marzo pasado y le costó la vida a Juan Pereyra Da Rosa, quien se desplomó sin vida de un balazo en el pecho.Justamente, la Justicia intenta determinar si ese disparo partió de la pistola reglamentaria de uno de los policías que acudió al predio del IPS en respuesta a una denuncia por robo.El amigo de Da Rosa, identificado como Sebastián, declaró ante el juez de la causa y contó que los uniformados efectuaron más de diez disparos, en medio de la oscuridad y sin advertencia alguna.“No puedo asegurar que fueran policías porque no se identificaron ni dieron la voz de alto”, habría manifestado ante el juez que subroga el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, Antonio Cuenca.Pese a que hubo un muerto y pasaron quince días del lamentable episodio, el expediente no tiene siquiera el informe oficial de la autopsia. Tampoco una pericia balística de certeza que solicitaron a la Dirección Criminalística de Posadas.La abogada Rosa Gladis Fontana, defensora del único detenido que tiene la causa por el supuesto robo de madera en el predio del IPS, que motivó una reacción a balazos por parte del personal policial, pidió la excarcelación de su defendido.El planteo, efectuado a principios de la semana pasada, podría ser resuelto hoy por el Juzgado que interviene en el caso.Los familiares de Da Rosa y del hombre privado de su libertad en San Vicente aseguran que ambos fueron víctimas de “gatillo fácil” por parte del personal policial. Y tanta demora en las pericias no hace otra cosa que sembrar más dudas, suspicacia e incertidumbre sobre el episodio. Máxime si ellas están a cargo de la misma fuerza cuyos hombres aparecen en el centro de las sospechas.Sebastián, en su indagatoria, indicó que la patrulla, o algunos de sus integrantes, efectuaron más de diez disparos la noche en que se produjo el supuesto robo de madera, teoría corroborada por el cuidador y por el responsable del establecimiento del IPS. Curiosamente, en la inspección ocular efectuada al día siguiente, no se habrían hallado vainas servidas en la escena del hecho. El episodioEl luctuoso episodio se produjo la noche del lunes 19 de marzo, en el predio del establecimiento forestal del IPS.Una patrulla de la comisaría seccional Primera acudió en respuesta a una denuncia por el supuesto robo de madera nativa en el lugar.El cuidador, según expresó en sede judicial, escuchó ruidos de motosierras y llamó al responsable de la entidad.Este dio alerta a la Policía. Según la versión oficial, cuando los uniformados arribaron, fueron recibidos a puro plomo y reaccionaron en consecuencia, con la misma metodología.En medio de la supuesta balacera, cayó abatido Juan Pereyra Da Rosa, cuyos familiares aseguraron que fue al lugar a cazar tatú.





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