OBERÁ. Mientras que hay muchos educadores disponibles, un docente está al frente de 73 alumnos en un aula satélite en el barrio Evita de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón, y allí no solamente debe atender cinco grados, sino que también tiene que hacer de portero y cocinero.El aula satélite pertenece a la escuela 424 que está ubicada en Villa Unión, de la misma localidad de la Zona Centro. Mientras tanto en la misma institución núcleo hay un docente sin alumnos, pero que no fue designado para dar clases en barrio Evita, según contaron por cuestiones burocráticas del sistema educativo provincial. La directora de la institución, Josefa Gómez afirmó que “según la señora Supervisora tenemos que contar con el padrón de la planta funcional de la escuela para que se pueda desplazar automáticamente al docente de menor valoración”.“De acuerdo a lo que nosotros vemos del padrón 2011 le corresponde al mismo docente (que está en la escuela sin alumnos), el no presentó ningún curso como para aumentar su valoración por lo que es el único maestro que debe asistir al aula satélite pero necesitamos el aval de la supervisora cosa que no se da hasta el momento”, afirmó la docente.La directora reconoció que el docente Froilán Lorenzo trabaja en el aula satélite del barrio Evita “en dos aulas, lo que está trayendo muchos inconvenientes, esa es una realidad. Teniendo acá un docente sin alumnos y con otro cargo con pocos chicos, se podría reorganizar la planta funcional y llevar a esos docentes. Todos están de acuerdo, es simple y sencillo el trámite pero tenemos que esperar el padrón”, explicó Gómez. “Los padres están disconformes, me da vergüenza porque no sé qué responderles hay un malestar general por este tema y me tienen que ayudar a resolverlo”, aseveró. En las ultimas horas trascendió que la directora habló con autoridades del Consejo General de Educación, quienes le habrían dado directivas de que se redacte una disposición para designar el maestro en el aula satélite del barrio Evita, pero la supervisora con otra disposición designó a otra maestra, que actualmente dicta clases en el aula satélite que este establecimiento tiene en el paraje Doradito. Mientras se registra esta situación contradictoria, la solución para el aula satélite del barrio Evita no está firme y el maestro Froilán Lorenzo ya advirtió que él no puede atender a los setenta y tres alumnos.Hace una semana PRIMERA EDICIÓN dio cuenta de este caso en un informe sobre las “injusticias” que se dan en el plano de la educación en la Zona Centro, donde hay escuelas que no tienen alumnos y sobran docentes, cuyas designaciones cuentan con padrinazgos políticos, y otras que la situación se da a la inversa.SobrepasadoPor su parte, el docente Lorenzo quien tiene a su cargo 73 alumnos de cinco grados diferentes en el Aula Satélite de la escuela 424 describió a este Medio cómo transcurren sus días al frente de cinco grados. “Trabajo en el límite de lo posible. A la mañana tengo tercero, cuarto y quinto con muchos alumnos que no saben leer y por ahí tengo que tomarles lectura o darles silabeo para que vayan enganchando las letras y al mismo tiempo tengo que trabajar con los que sí saben leer”.Lo mismo ocurre a la tarde con primero y segundo, donde hay tres alumnos con mesa. “A veces tengo que rescatar alguna mesa que no es pupitre pero la llevo al grado”, contó Lorenzo y añadió que “hice una nota a la directora, ya que me siento desbordado y afectado en mi salud, tengo que dar clases, barrer la escuela al mediodía, preparar la leche y atender a los padres”, manifestó. Por su parte, Carlos Weyrreuter es docente titular de la escuela 424 y no tiene alumnos. A este diario le contó que “tuve 6 años en aula satélite número uno de El Doradito, pero este año por la disposición tuve que volver a la escuela núcleo y ahora tengo la posibilidad de ayudar a Froilán en el Aula satélite dos. Porque no tengo alumnos, estoy ayudando a los colegas en lo que puedo en el turno tarde. La situación no es cómoda porque no sé donde estoy parado cuando la solución parece tan práctica”, explicó. “Hago lo mejor que puedo”Sobrepasado por la situación y la falta de respuesta, el docente Lorenzo decidió contar sus padecimientos ante este medio, quizá cansado de no recibir respuestas a sus constantes pedidos. “Hago lo mejor que puedo para los alumnos, en medio de tantas diferencias de capacidades, a veces es muy difícil. Es un trabajo arduo, me siento desbordado al no tener un colega que me ayude por no sé qué capricho de la superioridad que no soluciona el tema”, indicó el maestro del aula satélite.En algunos colegios se cierran aulas por falta de alumnos, en otras faltan maestros, mientras que en otros hace falta educadores. En todo este tiempo el Consejo de Educación hizo muy poco para modificar esta problemática que crece.
Discussion about this post