Daniel Scioli y Mauricio Macri ingresaron en el último mes de campaña electoral dispuestos a polarizar la elección y, con ese objetivo, empezaron por dividir las preferencias del sindicalismo.La foto de Macri con Hugo Moyano y los elogios del jefe del sindicalismo opositor hacia el candidato de Cambiemos, dividieron aguas en el espectro gremial.Por su parte, el titular de la CGT oficialista, el metalúrgico Antonio Caló, se abrazó hace tiempo a Scioli, de manera de mostrarse como el referente sindical del postulante del Frente para la Victoria.Sin embargo, los gremios del Transporte enrolados en la variopinta Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt), que agrupa a oficialistas, moyanistas, barrionuevistas e independientes, insistieron en ser recibidos por Scioli y hasta criticaron a Caló por buscar una representación que, a su juicio, no tiene nadie.“Yo a Scioli le tengo una gran confianza”, aseveró Roberto Fernández de la UTA, un dirigente opositor que en el último tiempo viene siendo el artífice de los paros generales que encabezaron Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli contra el gobierno de Cristina Fernández.Tampoco fue casual el encuentro que Caló y compañía mantuvieron en las últimas horas con el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, no para hablar del estado sanitario de la provincia sino del futuro de las obras sociales sindicales que el gremialismo pretende manejar y, sobre todo, hacerse de la millonaria deuda que se le viene reclamando al Gobierno kirchnerista.Lo cierto es que una vez más, el gremialismo intenta poner fichas en ambos candidatos, de manera tal de tener aceitados contactos con quien sea erigido como el sucesor de Cristina Fernández en la Casa Rosada.En tanto, en los distintos gremios se multiplica la idea de “unidad” en una sola CGT en un futuro inmediato. No los une el amor sino la fortaleza que tendría una central obrera peronista unificada, a la hora de sentarse a la mesa con el próximo gobierno. Intereses en juego, no más que eso.El respaldo de Moyano a Macri, sorprendió a propios y ajenos. “Moyano no te suma votos, mas bien puede espantarlos. Es la jugada de los sindicalistas de apostar a Macri en la superficie, pero por lo bajo también arrimarse a Scioli”, razonó un dirigente peronista encolumnado detrás del gobernador bonaerense.En el PRO saben que el camionero no tracciona votos, por eso de inmediato aclararon que los dichos del titular de la CGT Azopardo se inscribieron en un respaldo hacia la figura de Macri, pero de ninguna manera un acuerdo electoral.En su haber, Moyano viene de establecer alianzas con Francisco de Narváez y con el propio Sergio Massa a través de su hijo Facundo, que llevaron poco rédito a las arcas de ambos dirigentes políticos.Pero Macri no sólo cosecha respaldo de Moyano. Otros dirigentes como Gerónimo “Momo” Venegas (UATRE) y Amadeo Genta (Municipales) o el barrionuevista Dante Camaño tienen un férreo vínculo que los une al Jefe de Gobierno porteño.Los encargados en el macrismo de llevar agua sindical para el molino del PRO son Diego Santilli y Jorge Triacca.
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