“La preocupación que tiene el Vaticano y distintos sectores de la iglesia es la de acompañar a muchas personas divorciadas para que puedan unirse en sagrado matrimonio, algo que hasta hace poco eran un trámite engorroso, complicado y en general difícil de obtener”, sostuvo el sacerdote al frente de la parroquia Sagrada Familia de Posadas. Barros aclaró, no obstante, que es “para aquellos casos que se invoquen causales de invalidación aceptadas como tales por la Iglesia católica: por haberse casado con cierta presión o bien porque ignoraba asuntos graves de su pareja, que de haberlas conocido de antemano no se hubiera casado. No son para quienes estuvieron casados algunos años y ahora quieren disolver la unión”, remarcó.Para iniciar los trámites de nulidad, las personas tienen que acercarse al Obispado más cercano, que en el caso de Posadas se encuentra en la Catedral, que por el momento está sin sacerdote, porque quien había sido designado al frente de ella se fue a vivir unos años en Italia. (LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE)
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